El ‘render’ del metro

Adolfo Zableh Durán – @azableh

Se presentó un nuevo render de lo que sería la primera línea del metro de Bogotá en medio de un clima político que no es el ideal. El clima político nunca es el ideal, así como siempre estamos en crisis. Desde que tengo uso de razón no he oído algo diferente a que el país está en crisis, la economía tambalea, la violencia convive entre nosotros y la corrupción crece. La incertidumbre nacional se ha trasladado a la capital, que a través de redes sociales vive una polarización que no creo haber visto antes.

Es como si Petro y la izquierda se estuvieran vengando de los cuatro años de infierno por el que los hicimos pasar, porque lo hicimos, y ahora no le pasan media a Peñalosa. Desde el primero de enero, por ejemplo, día de la posesión del nuevo alcalde, se creó en Facebook una página pidiendo la revocatoria de su mandato. Porque esa es otra, nos la pasamos eligiendo gobernantes para inmediatamente después recolectar firmas para tumbarlos. Nuestros políticos no serán lo mejor del mundo, pero el electorado colombiano es también cosa seria.

El punto es que este es el render y claro, se ve bonito. En digital todo se ve bonito, luego lo ve uno en vivo y nota que a los que lo diseñaron se les olvidó meter los grafitis, las basuras, los raponeros, los vendedores ambulantes, los usuarios colándose, las puertas que no sirven; en fin, toda la fauna entre la que vivimos y que no tiene cabida en promociones como esta.

Uno quisiera que el metro de esta ciudad funcionara. Corrección, uno quisiera que el metro de esta ciudad existiera no solo en digital y que su primera línea no atravesara los problemas por los que han pasado TransMilenio y el Sitp, pero no sé si sea pedir mucho. Basta con ver las noticias de esta semana para darse cuenta de que los articulados del primero tienen goteras y que a la gente le toca andar con sombrillas adentro de ellos, mientras que el segundo perdió 2000 millones de pesos diarios durante 2015.

Los bogotanos nos estamos internando en terrenos desconocidos con esto del metro, no solo en su construcción y en su uso, sino en los problemas que enfrentaremos. Nuestra clase política ha probado una y otra vez que en materia de cagarla tiene una capacidad inigualable para innovar, y solo el tiempo dirá con qué defectos que no estaban calculados vendrá el metro. Voy a guardar esta columna y la abro en diez años, si es que para entonces ya ha empezado a funcionar la primera línea.  

*Las opiniones expresadas por el columnista no representan necesariamente las de PUBLIMETRO Colombia S.A.S.

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