Contexto histórico:
Hace bastante tiempo busque al alcalde mayor de Bogotá después de una cita en su oficina donde amablemente me atendió para hablar sobre el tema de defensa personal para las mujeres.
Tema que no le sonó mucho. Aun así me escucho e invito a abrir un debate con los diferentes círculos de mujeres pero infortunadamente se atravesó el conflicto con el procurador, así que decidí buscarlo personalmente en uno de los nodos de apoyo que él lideraba para su defensa política y pedirle que me invitara a dejar mi discurso en el balcón del Palacio Liévano. Fue de modo informal la petición que hice. Sin intermediarios, sin protocolos diplomáticos. Me senté a su lado en la mesa donde se sientan todos activistas, líderes sociales y políticos importantes que intervienen en esas actividades. Le hable a los ojos sentada a su lado como si nos conociéramos de siempre, recuerdo que le dije: “¿Señor alcalde me recuerda? “ – “¿Sabe quién soy yo?”
Habían pasado muchos meses y yo era consiente que existía la posibilidad de que no tuviera idea de quien era yo con tanta gente que recibe a diario en su despacio.
Respondió que sí me recordaba, y que sí me invitaba.
Supe que lo hizo en contra de la voluntad de sus asesores, porque cuando llego la fecha tuve que “pelear” el puesto y como la mujer samaritana buscando el beneplácito de Jesucristo en medio de una multitud de seguidores decidí atravesarme el nodo de seguridad y enfrentarme a todo tipo de burlas y obstáculos. Algunos de sus fanáticos me decían que yo estaba confundida que Petro no pudo haberme invitado, Yo no tenía evidencia alguna de nuestro dialogo casi siempre a los políticos les grabo sus promesas pero por alguna razón no sentí necesario grabar la conversación con Petro. Estaba sola con mi verdad la cual era imposible de creer si no lograba dar el discurso al lado de petro a esa multitud. A miles de seguidoras de las redes de Feminismo Artesanal les había avisado que hablaría en el balcón y no pensaba permitir que la burocracia me hiciera quedar como una mitómana. Después de toda esa odisea logre hacerme justo debajo del balcón donde el daba su discurso y me valí de todo tipo de monerías para lograr que me viera y recordara su palabra incluso tuve que encarar a la policía pero lo hice porque no pensaba quedar como una mentirosa frente a tantas mujeres que esperaban sentirse escuchadas a través de mi voz ese día.
No era el mejor modo de recordarle al alcalde la palabra dada pero sus asesores nunca respondieron a mis llamadas previas al acto. Era poner en tela de juicio mi palabra dada a las mujeres o enfrentarme al bochorno. Ya conocen cuál fue mi opción
Siempre recordare que Petro sabiendo que yo era “solo una mujer” y que no representaba votos ni ningún capital político para sus intereses abrió las puertas. Él le dio eco a mi voz sabiendo que yo no estaba ahí por él aunque compartíamos el mismo desprecio por las dinámicas políticas del procurador –
Él fue el primer político que sin pensar en formas o coste daba eco a una voz que se levantaba en nombre de las mujeres que se sienten identificadas con eso de que “ Somos mujeres putamente libres” … cuatro palabras que unidas resultan escandalosas para las mayorías ciudadanas tradicionales y que seguramente no significaban nada ni para él ni para sus seguidores.
Desde ese día sé a diferencia de todo lo que se especula sobre su egocentrismo y su prepotencia que Gustavo Petro es alguien receptivo. Y es un hombre de oídos abiertos aunque no siempre este de acuerdo con lo que escucha.
Historia Presente:
Hace varios días. Y en otras circunstancias, nos vimos por tercera vez- otra vez en su despacho
Lejos de lo que varios suponen y murmuran por ahí – no soy cercana a lo que algunos han denominado “la dinastía Petro” como en los antecedentes históricos de este ejercicio deje ya claro,
No soy amiga personal del alcalde saliente.
Soy amante de muchas de sus ideas y detractora de muchas otras. Aun así me he abstenido abiertamente de formar parte de sus seguidores porque mi apuesta política actualmente es apartidista,
No he sido petrista o antipetrista. Del mismo modo que por ética no puedo pertenecer a rebaño religioso alguno.
Tampoco soy periodista Soy una comunicadora natural a fuerza de mi causa de vida.
De él, sé que ha trabajado en temas de mujer y género como pocos gobernantes. Y claro, como vocera social del Feminismo Artesanal me he cuestionado sobre su efectividad y su transparencia. Y es mi deber no solo criticar y proponer las políticas sobre estos temas sino que también desde mi realidad y principios debo velar por el desarrollo efectivo de ellas.
Prometí a las mujeres que un día le preguntaría sobre este tema al alcalde y esa es la razón de mi artesanal “entrevista”
Desenlace:
Más que una entrevista fue un dialogo entre una activista inquieta por saber y dar a conocer como fue la Bogotá Humana con el tema de mujer y género para a ciencia cierta y conscientemente identificar cuáles son los logros ganados que debemos defender en la nueva administración y cuáles son las falencias que debemos pedirle al nuevo alcalde contemple y resuelva para las mujeres.
“El aumento del poder de las mujeres, al trabajar, cambia relaciones familiares”, me dice, antes de explicar cómo este cambio cultural, que no se da de la noche a la mañana, tiene relación con la violencia intrafamiliar. “Nos encontramos con unas mujeres con mayor libertad económica, pero enfrentadas a viejas formas de la cultura patriarcal. Es una transición. La libertad económica llevará, finalmente, a una revolución cultural”
El alcalde me atiende sin afanes luego de que lo he esperado casi cuatro horas después de año y medio buscando lograr concertar el encuentro personal. Surgen respuestas variadas. Y de mi parte muchas replicas que me trague entre Habían varias preguntas de mujeres inquietas por saber en que termina el proceso de las mujeres en la Bogotá humana.
Una curiosidad que nunca olvidare de esta experiencia es que hubo incomodidad mutua .A mí se me nota la incomodidad porque transpiro mi discurso en la piel pero tanto él como yo decidimos ignorar la incomodidad en varios puntos. Y continuar con el desenlace de este encuentro.
Sin ánimo de lamboneria debo decir que eso fue muy valioso para mí. Otro en sus zapatos de poder simplemente me dice que ya no hay más tiempo para la conversación y se libra del paquete de hablar con una Feminista más que está esculcando su masculinidad revolucionaria y apuestas políticas para la mujer y el género y.
Así continúo el ejercicio.
“¿En cuántos hospitales de Colombia se aplica la sentencia T-355 de 2006 de la Corte Constitucional sobre el Aborto?” Para el alcalde en Bogotá se hace la tarea a conciencia y, aunque para él el nombre que se le da los sitios donde se realizan estos procedimientos (“Centros Amigables”) demuestra el miedo persistente ante la represión, está satisfecho porque las mujeres puedan ejercer sus derechos.
Cuando le pregunto (fuerte) sobre la efectividad de la Secretaría de la Mujer y sobre su trabajo para hacer respetar los derechos de las mujeres prostitutas, responde con una mirada tranquila:
“A la trabajadora sexual no la podemos considerar una pecadora”, explica, pues para él el objetivo, más que darles un carné, es dignificar las condiciones del trabajo sexual. Se asombra de que cuando intentó mejorar su hábitat el periódico de mayor circulación en Colombia dijo que iba a poner prostíbulos hasta en “Unicentro”.
Hablamos a profundidad sobre su trabajo con las prostitutas: Trabajo que realmente admiro y aplaudo y que en reconocimiento público le agradezco en nombre de todas las mujeres prostitutas que trabajan en las calles sin ningún tipo de seguridad social .Tuve que aceptar que el feminismo muchas veces es el principal obstáculo para el trabajo social y político con las mujeres que ejercen la prostitución.
Cuenta que creó la Secretaría de la mujer haciéndoles caso a las feministas más que por convicción, pues él siempre ha creído que lo mejor es una política transversal de género, tanto en el caso de las mujeres como en el LGBTI. Fue receptivo, con la misma convicción que hoy señala:
“El feminismo también segrega a sus propias mujeres”, por ejemplo a las trabajadoras sexuales.
Como activista feminista reconozco que eso es cierto que dentro de nuestro movimiento existen dinámicas de poder entre nosotras que no unen ni sanan e incluso hay clasismo aun con todo eso pienso que es fundamental una secretaria para la mujer porque las políticas públicas de las mujeres tienen dinámicas de injusticia social enraizadas muy diferentes a las necesidades de la comunidad LGTBI y demás banderas justas.
Quise decirle al alcalde que “la revolución será feminista o no lo será” y cobardemente reprimí mis palabras por temor a su reacción. Porque ese día solo me importaba terminar la tarea de cumplirles a las mujeres con la promesa de cuestionar al alcalde mayor de Bogotá sobre su trabajo en nuestra causa.
Me gustaría un día poder decirle a los ojos que el feminismo es causa de todas las causas y su lucha es transversal y multidimensional.
También dentro de las personas LGTBI le preocupan los más segregados, dice. Por eso creó la Casa LGTBI de Mártires, aún frente a la preocupación de que eso puede reforzar el prejuicio social que tiene la gente al relacionar mujeres transexuales con prostitución per se. Afirma: “La alternativa era dejarlas desatendidas”.
Lo cuestioné, sobre la falta de indicadores sobre corrupción que, según Adriana Córdoba, Veedora Distrital, presenta la Bogotá Humana. Dijo que esa es una aproximación tecnocrática neoliberal, que parte de la equivocación de que todos los empresarios son siempre limpios y lo público, siempre es sucio. Señaló que busca estar siempre atento pero que, ante el menor descuido, surge la corrupción, pues lamentablemente es una cultura política.
No pude evitar preguntarle ¿Por qué el ocho de marzo no le dio la palabra a su esposa para dirigirse a las mujeres si tenía tanta vergüenza de pronunciarse en nuestra fecha política en nombre de las mujeres?
Percibí que pretendía evadir la respuesta con otra pregunta ya que me dijo:
“Yo invite a una mujer al balcón a acompañarme para pronunciarnos contra la arbitrariedad del procurador ¿A quién? Sé que mi respuesta le resulto molesta porque en inicio la deje pasar de agache con una sonrisa y después cuando vi que no pensaba responderme le replique:
“Invito a una amiga mía “e insistí en una respuesta concreta sobre el porqué no le dio la palabra a su esposa como un acto político donde las mujeres fueran visibles en voz de mujer. Ella como primera dama de la ciudad tenía la oportunidad y poder de ponderar nuestras voces y decirle al sistema que el ocho de marzo las mujeres éramos mucho más que “dadoras y cuidadoras de vida” entre otros imaginarios.
– Para mi es claro que los líderes del país nos manosearon políticamente el ocho de marzo y las líderes lo permitieron.
Cuando el alcalde percibió que yo no descansaría hasta recibir una respuesta concreta a mi inquietud respondió varias cosas, la conclusión que saque de sus respuestas fue que a ella no le gusta hacer discursos.
De este diálogo me queda el sin sabor de saber que un hombre de izquierda y progresista a quien realmente admiro en muchos temas y no concuerdo en algunos otros considera que las “amas de casa” son unas mantenidas sujetas a un macho olvidando que gracias al feminismo las amas de casa son hoy día socias conyugales con voz y voto que son sustento clave en la construcción política, social y económica de las naciones.
Cuando hablamos de la economía del cuidado me sorprendió que el señor alcalde afirmara que son las educadoras o docentes quienes hacen posible las políticas del cuidado con eso me dejó claro que no tenía idea de que estaba hablándole y que desconoce que la economía del cuidado hace referencia al rol de la mujer ama de casa como cuidadora y también como factor clave y fundamental en el desarrollo de una nación.
Quise replicarle y controvertirle pero debo confesar que mi falta de experiencia como periodista y temor a que no terminara de responder todas mis preguntas me asaltó y me quede callada.
Mi objetivo era, es y siempre será cumplirles a las mujeres.
Y varias mujeres me pidieron que hablara con el señor alcalde sobre estos temas.
Tragándonos sapos y guardando silencio muchas veces es como ejercitamos eso de “perder el objeto para ganar el objetivo”
Así culmina para mí un nuevo encuentro con el señor Gustavo Petro, no sé si el ultimo.
Esta vez, cerca del cierre de su periodo en esta “entrevista” he buscado poner en claro su legado y el de su gabinete en temas de mujer y género.
Al darme cuenta que Petro al igual que los anteriores alcaldes de Bogotá no domina mucho el tema de los derechos de las mujeres considero que es aún más loable la labor que hizo lo lamentable es que sospecho que muchos de estos procesos con las mujeres cabeza de hogar, prostitutas, trabajadoras independientes entre otras más realidades en esta nueva administración corren riesgo de desaparecer.
Concluyo:
Hubo abundantes mujeres y presencia de la comunidad LGBTI, pero la sostenibilidad de sus acciones está por verse.
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