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Las Bibliotecas Públicas Rurales para la Paz fortalecerán el desarrollo de los territorios

Esta biblioteca ayuda a construir la paz porque nos ayuda a todos a acceder a distintas formas del conocimiento, a reconocernos como comunidad, a fortalecer nuestros lazos y a generar espacios de encuentro para conocernos más”, afirma Maritza de la Cruz, líder y encargada de la Biblioteca Pública Carlos Álvarez Álvarez, ubicada en Chuguldí (Samaniego, Nariño).

Con alegría, orgullo y muchas expectativas, las comunidades de los corregimientos de Cuatro Esquinas, en el municipio de El Tambo (Cauca), y de Chuguldí, en Samaniego (Nariño), celebran la inauguración de las primeras Bibliotecas Públicas Rurales para la Paz. La construcción y desarrollo de este proyecto surgió como resultado de la articulación interintitucional y comunitaria entre el Ministerio de Cultura a través de la Biblioteca Nacional de Colombia (BNC), con  de[DT2]  la Agencia Española de Cooperación Internacional para el Desarrollo (AECID),   del Programa Territorios de Oportunidad de la Agencia de los Estados Unidos para el Desarrollo Internacional, también conocida por sus siglas en inglés USAID, y de las administraciones  municipales.

“Este es un proyecto muy importante para la Red Nacional de Bibliotecas Públicas (RNBP) porque a través de la implementación de estos nuevos espacios estamos contribuyendo con el fortalecimiento y desarrollo cultural en las áreas rurales de nuestro país. La alianza con las instituciones vinculadas al proyecto bibliotecario fue muy valiosa porque permitirá que estas comunidades puedan acceder al conocimiento, la información, la lectura y la escritura, y de esta manera aportamos al desarrollo rural”, manifestó la directora de la Biblioteca Nacional de Colombia, Diana Patricia Restrepo, durante la inauguración de la Biblioteca ubicada en el corregimiento de Cuatro Esquinas (El Tambo, Cauca).  

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Un proyecto comunitario alrededor de la lectura 715 personas de las comunidades rurales de los municipios de El Tambo y Samaniego, con el apoyo de las instituciones líderes del proyecto, participaron en la adecuación de los espacios y definición de los

proyectos, actividades y servicios con enfoque territorial que ofrecerán las bibliotecas. Los aportes de los habitantes de estos territorios fueron fundamentales en todo el proceso, lo que permitió la construcción de un modelo bibliotecario que realmente responde a las realidades e intereses de las comunidades de esas regiones del país. 

Tener una biblioteca es muy motivante porque esto nos permite integrar la comunidad para generar unos espacios de diálogo y convivencia en torno a todas las actividades de aprendizaje que realizamos en nuestro corregimiento”, afirmó Denio Ordoñez, representante legal de la Asociación de Productores de Cacao y Chontaduro (APACH), de Cuatro Esquinas (El Tambo, Cauca).

Cuatro Esquinas y Chuguldí son corregimientos que quedan aproximadamente a 50 minutos de sus respectivas cabeceras municipales. El Tambo es reconocido por ser el mejor productor de chontaduro del país y en Samaniego se produce un excelente café. Ambos territorios han trabajado generando proyectos productivos y turísticos que les permiten proyectar sus comunidades y construir territorios de oportunidades.

Durante 20 meses, las entidades públicas, los cooperantes, las organizaciones sociales y/o productivas, los líderes locales y las comunidades de estos dos corregimientos participaron de distintas maneras para cumplir la meta de tener una biblioteca pública en su territorio. Esto les ha permitido formular y desarrollar proyectos conjuntos alrededor de la palabra, los saberes, los libros, la tecnología y las oportunidades, en los distintos grupos poblacionales.

Las bibliotecas: “mucho más que libros y paredes”

El proyecto Bibliotecas Públicas Rurales para la Paz permitió la implementación de dos Bibliotecas Públicas Rurales, siete puntos de lectura en zonas rurales y dos estrategias de itinerancia, que permiten generar programas para el desarrollo territorial en otras zonas.

 
Los puntos de lectura son espacios fijos que cuentan con materiales de lectura y un mobiliario especialmente diseñado para favorecer las prácticas individuales o colectivas en torno a la palabra, la lectura o la escritura. La estrategia de itinerancia es una iniciativa vinculada a la biblioteca pública para garantizar la extensión de los servicios bibliotecarios a toda la población, especialmente a la que está ubicada en zonas distantes, rurales o veredales, que por la distancia no pueden acceder a la biblioteca municipal.

Las bibliotecas empezaron a ofrecer sus servicios desde antes de la adecuación de su infraestructura a través de la ejecución de una serie de actividades y programas para toda la población, con el objetivo de promover la lectura, escritura, fortalecimiento de los saberes locales y expresiones artísticas y la apropiación de la tecnología con fines educativos, productivos y sociales, con metodologías participativas, incluyentes y colaborativas como pilares para la generación de espacios para promover la paz.


«AECID apoya proyectos culturales para el desarrollo territorial porque las comunidades, especialmente las más vulnerables, necesitan para la defensa de sus derechos y sus territorios, fortalecer su cohesión social a través del sentido de pertenencia. Por ello es importante generar espacios de convergencia social que permitan el desarrollo de actividades comunitarias. En este sentido el proyecto piloto relacionado con las Bibliotecas Públicas Rurales para la Paz, en el marco de la política pública de la Biblioteca Nacional de Colombia, se puede considerar un buen ejemplo de incidencia estratégica para el fortalecimiento de las comunidades desde la cultura.” afirma Luis Villanueva Cerezo, responsable del programa Patrimonio para el Desarrollo de la Cooperación Española.

             
Las dos bibliotecas públicas ofrecerán una colección bibliográfica que reúne más de 1.000 títulos, entre ellos libros especializados en emprendimiento y libros digitales para diversos públicos, además de la dotación tecnológica que incluye tabletas electrónicas, un video beam, computadores, cámara fotográfica, entre otros equipos y recursos didácticos  que permiten el acceso libre a la información, a la generación de conocimiento y abre oportunidades para el territorio y las 3.860 personas beneficiarias en el municipio de El Tambo y las 4.900 en Samaniego.
 
Actualmente las bibliotecas cuentan con un portafolio de servicios de 12 actividades diseñadas para que toda la comunidad participe. Hasta el momento, asisten en promedio 860 personas al mes a cada biblioteca.

La apertura de estas bibliotecas se suma a las acciones orientadas a la construcción de paz en el país a través del diálogo, de los encuentros, del reconocimiento de las diferencias, del respeto por la opinión del otro, del fortalecimiento de la cultura, los saberes, las tradiciones y la familia, en las zonas rurales de Colombia, así como al cumplimiento de la meta del Gobierno Nacional de tener un país de lectores, en el marco de la implementación del Plan Nacional de Lectura, Escritura y Oralidad “Leer es mi cuento”. Esto es lo que promueven las Bibliotecas Públicas Rurales para la Paz.

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