“Cuando pasa un silletero, es Antioquia la que pasa”, es la frase que se escucha sin cesar cuando los antioqueños ven caminar por sus calles a los máximos representantes de la cultura paisa.
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Guillermo León Vásquez, es silletero comercial de la vereda Mazo, ubicada en Santa Elena, al oriente de Medellín; que desde hace 17 años y como herencia de su abuela, -la primera silletera de la familia-, decidió seguirle los pasos y mantener viva la tradición de ser un orgulloso silletero.
El origen del silletero
Muchos le preguntan por el origen de los silleteros y Guillermo, orgulloso y con una emoción difícil de ocultar, empieza a contar la historia. “El origen es muy distinto y no está relacionado con las flores. La silleta era una estructura de madera que se usó para cargar exclusivamente a personas. En la época de la esclavitud, eran los esclavos quienes cargaban a los ricos, a los pudientes, a los poderosos; para transportarlos de un lugar a otro en esa estructura de madera”.
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En el relato, Guillermo destacó que en esa época no existían carreteras y la movilidad entre las regiones se daba a pie. Por eso, con esa estructura de madera era que cargaban en la espalda a las personas pudientes del territorio.
“Al tiempo esa misma estructura fue denominada silla o silleta y se utilizó para cargar a personas enfermas, accidentadas o a los adultos mayores. Se destacaba mucho en aquella época transportar a las mamás embarazadas hacia los hospitales cuando iban a tener a sus hijos. Para poder hacer ese transporte se disponían de varios cargueros o silleros durante el recorrido”, comentó.
Con la aparición de las carrozas y los carros, la silleta como medio de transporte se fue acabando para los ricos, quienes cambiaron la forma de moverse. “Sin embargo, para las personas humildes se siguió conservando y permaneció por un tiempo más. Luego se transformó y además de movilizar a personas, la silleta fue utilizada para transportar elementos que producían en las fincas, los cultivos, los materiales, entre otras cosas”.
Al pasar el tiempo, el campesino empezó a buscar opciones de ingresos económicos para poder sostener a sus familias. “Es entonces cuando encontraron que las flores nativas de Santa Elena era un producto que podían comercializar en la ciudad y en esas silletas empezaron a transportar esas flores a la ciudad. Ahí empezó esa historia de vender flores en esas estructuras de madera que eran de diferente tamaño y que el campesino utilizaba de acuerdo con su capacidad, con la disponibilidad de las flores y además, con la posibilidad de llevar productos agrícolas que producía en su finca, para comercializarlos en la ciudad”, agregó.
El nacimiento del Desfile
“En 1957 producto de esa historia que venía de cargar flores en esas silletas, se instauró el Desfile de Silleteros, como resultado de lo atractivo, colorido, bonito y novedoso que se veían algunas personas con silletas de madera cargando flores en su espalda. Ese fue el punto de partida para iniciar nuestro tradicional Desfile que ya cumple 64 años de existencia”, relató el orgulloso silletero.
Para Guillermo el desfile representa “una tradición, las costumbres y el estilo de vida del campesino, que se ve reflejado en una feria, en un acontecimiento que compartimos todos y que permite transmitir de generación en generación lo que hacían nuestros abuelos. Lógicamente ha cambiado mucho a través del tiempo, pero la esencia se mantiene”.
Aunque la pandemia los ha golpeado fuertemente, los 520 silleteros siguen con la esperanza intacta para poder realizar un Desfile de Silleteros este 2021 como se lo merece la ciudad.
La frase
“Nos estamos preparando para un gran Desfile entendiendo que nos tenemos que cuidar”, Guillermo León Vásquez, silletero de Santa Elena.
La cifra
510 silleteros sueñan con recorrer nuevamente las calles de Medellín con sus silletas a cuestas.