La ONU dijo este jueves que la «prioridad número uno» de la implementación de los acuerdos de paz entre el Gobierno colombiano y las Farc es la de «mejorar la seguridad en las áreas históricamente afectadas por el conflicto».
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«A nivel nacional hay indicadores de reducción de homicidios, de reducción de violencia en los promedios nacionales en Colombia, pero en las áreas de conflicto (…) ahí la inseguridad es muy alta», dijo en una rueda de prensa en Bruselas el representante del secretario general de la ONU en Colombia, Carlos Ruiz Massieu.
En esas zonas «hay todavía un común denominador que es la presencia de grupos armados, pocas posibilidades de desarrollo y economías ilícitas, ya sea narcotráfico, ya sea minería ilegal», continuó.
Massieu pidió una «mayor presencia del Estado en los territorios afectados por el conflicto» porque «desafortunadamente, en áreas donde se encontraban las Farc y luego se desmovilizó, esos vacíos no se han podido llenar de Estado y otros grupos, tanto los existentes como otros, han aprovechado para crecer en esos territorios o para a veces luchar entre ellos por el control de ciertas partes del territorio».
«Los grupos armados están (…) en un 60 % detrás de los homicidios de excombatientes, de líderes sociales y, en general, de daños y amenazas a las comunidades», dijo citando datos de la fiscalía colombiana.
Por eso, el enviado especial de la ONU a Colombia exigió «pasos más audaces» porque «si no se tiene seguridad, es muy difícil avanzar en otras áreas de la implementación» de los acuerdos de paz, de los que en noviembre se cumplirán cinco años.
Sobre la violencia que se ha visto en las manifestaciones en las calles de Colombia en los dos últimos meses, Massieu pidió que «continúen las investigaciones» y que «se llegue hasta el fondo y se sancione a las personas que no tienen derechos para usar armas».
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En este sentido, lamentó un «uso desproporcionado de la fuerza» por las fuerzas de seguridad colombianas, así como que «organizaciones, algunos grupos armados ilegales o células de esos grupos» utilizasen la situación de las protestas «para alterar el orden público».
No obstante, Massieu quiso subrayar que «el hecho de tener un acuerdo de paz ha significado también que los colombianos se enfoquen» en demandas socioeconómicas, de derechos y libertades «y no en temas relacionados con el conflicto, que era la tónica tradicional».
«En alguna medida, el acuerdo de paz tiene impacto positivo en el ejercicio de derechos», aseguró.
Massieu viajó a Bruselas para reunirse con el enviado especial de la Unión Europea a Colombia, Eamon Gilmore, y con Brian Glynn, el director general para las Américas del Servicio Europeo de la Acción Exterior.
«Ha sido muy importante, trascendental, el apoyo de la Unión Europea de todo tipo. El apoyo político y también financiero a proyectos de reincorporación».
Durante su viaje a Europa tiene también previsto viajar a Madrid para reunirse con representantes del Gobierno español, en una agenda que aún no se ha cerrado.