Los hechos sucedían en el corregimiento de Villa Restrepo, a 12 kilómetros de la capital tolimense. Cárcel a sacerdote que abusaba a mujeres en ‘rituales de sanación’ en Ibagué.
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El cura era famoso en esa zona del país por hacer supuestos ‘rituales de sanación’. Lo que realmente habría detrás de esto sería un método del predador sexual que utilizaba la sotana y sus ‘ritos’ para abusar de sus víctimas en estado de indefensión.
La misma arquidiócesis fue quien denunció al cura, que ya hoy está en prisión por violación. El abusador fue identificado como José Freddy Martínez, sacerdote católico y párroco de la iglesia del corregimiento Villa Restrepo.
Fueron al menos 7 mujeres filigresas las valientes que denunciaron al abusador sexual, el cual luego fue capturado por sus testimonios.
En sus sermones, Martínez parecía muy religioso, sin embargo, las declaraciones de sus víctimas desmantelaron su máscara. Ellas guardaron silencio por muchos años, pero finalmente decidieron denunciar.
«Yo a los 14 años fui víctima de su abuso’’, “Disfrutaba el mal que hacía a las personas que lo rodeaban», fueron algunas de las declaraciones de las víctimas.
Cárcel a sacerdote que abusaba a mujeres en ‘rituales de sanación’
Hace 20 años, el sacerdote habría llegado a Ibagué, y operaba engañando a las víctimas. Según la información recogida, el hombre decía que tenía un don especial para controlar la mente de sus fieles.
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«Era un poder que él tenía, y era perder tú la voluntad sobre tu cuerpo y ahí quedar», dijeron.
El sacerdote actuaba de una manera determinada, utilizaba algo que se llama ‘descanso en el espíritu’. Por medio de este método, la persona no podría moverse, no puede abrir los ojos o se quedaba inconsciente.
«Usó ese medio del “descanso en el espíritu” para abusarlas sexualmente», comentaron las autoridades.
Las víctimas afirmaron que el sacerdote conformaba grupos juveniles. En estas reuniones, el hombre seleccionaba a las mujeres que serían sus víctimas.
«En ocasiones nos hacía desnudar para hacernos castigos con látigos, con ortiga, decía que teníamos que hacer una ofrenda a Dios y nosotros aceptábamos porque era él», declaró una de las afectadas.
El abusador fue enviado a cumplir la medida imputada en el centro penitenciario Picaleña en Ibagué. Los delitos que se le imputan son acceso carnal violento, acceso carnal con persona puesta en incapacidad de resistir, acto sexual violento y acto sexual con persona puesta en incapacidad de resistir.
Por si parte, la arquidiócesis de Ibagué investigó y finalmente suspendió y privó de sus oficios eclesiásticos al hombre.