Se trata de O2 Reserve, una iniciativa de conservación que busca involucrar a las empresas con la sostenibilidad ambiental.
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El proyecto inició a mediados del 2019 y se enfoca en lograr que empresas o particulares hagan compensaciones voluntarias que pueden estar ligadas o no con la estrategia de mercadeo o con los productos que ofrecen.
O2 Reserve no es propiamente una ONG, es una empresa que se financia de otras que están interesadas en la conservación. Lo que se ofrece es un servicio de conservación por metros cuadrados enfocado en el cuidado del bosque.
“A cada producto se le puede añadir 1m2 o lo que se quieran. Entonces por ejemplo el vender una prenda de ropa puede estar ligado a un metro de conservación, además de que se toman medidas para que la producción de dicha colección sea más sostenible, por poner un ejemplo”, indica Susana Ortiz, gerente General O2 Reserve.
Cada metro cuadrado tienen un valor de $1.000 + IVA y los pagos pueden ser reflejados. Con ese dinero se puede pagar la recolección de las semillas, hacer siembras para potenciar la zona de conservación. Hoy están comprometidas varias empresas de las áreas de moda, gastronomía e incluso de construcción.
La reserva está ubicada en Puerto Berrío, Antioquia, en la región del Magdalena medio. En el lugar hay dos tipos de bioma: bosque húmedo tropical y bosque húmedo inundable. La zona es altamente deforestada, ganadera y petrolera. Sin embargo, allí se encuentran grandes felinos, como el puma, el jaguar y el ocelote. También hay animales en vía de extinción como el paujil pico azul, el pecarí de cuello blanco y el mono cariblanco.
La organización también se encarga de hacer proceso de acompañamiento a las comunidades que viven en el sector con proyectos que los ayuden a comprender la importancia del cuidado del medio ambiente y que ellos mismos se conviertan en guardianes del bosque y reciban una remuneración por ello.
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“Queríamos devolverles un poco a estas tierras y encontramos la oportunidad de trabajar como corredor jaguar. Dentro del territorio tenemos unos espacios en conservación (bosque en pie) y unas zonas de restauración que son periféricas, que en algún momento fueron potreros y que ahora queremos que sean parte del bosque”, cuenta Ortiz.
El territorio de la reserva se conformó estableciendo de quiénes eran los terrenos del área y haciendo contratos de usufructo con los dueños, lo cual les ayuda a ellos a disminuir impuestos. En el lugar también se está haciendo un trabajo para que este se convierta en una reserva de la sociedad civil, con la garantía de que ese territorio no sea talado.
Uno de los principales riesgos que tiene este territorio es el de incendios, ya sea para sembrar, o para hacer potreros. Otras afectaciones tienen que ver con la caza y la tala. Hay animales silvestres que la población consume, así que también se está haciendo un trabajo de educación sobre este tema. Así mismo hay árboles padrones que están en riesgo de extinción, así que la tala de uno de ellos que sería devastador, incluso para las otras especies vegetales a las que estos les dan sombra.
Ortiz dice que uno de los mayores retos ha sido lograr que la sociedad mire el cuidado del medio ambiente como una alternativa para impulsar sus productos, que, aunque es un tema que cada vez tiene más acogida, todavía no es una opción para muchas organizaciones.
“Por otro lado, en Colombia no hay un marco regulatorio tan definido para la conservación, se ve como un tema de filantropía, y en realidad queremos que haya un modelo de negocio rentable en el que los dueños de los terrenos puedan ganar, no necesario para vivir, pero que haya una garantía por conservar”, dice la experta.
Actualmente la organización está haciendo una búsqueda de patrocinadores para hacer estudios importantes de fauna y flora con el fin de recolectar una información precisa y formal que de cuenta específicamente de las especies que hay en el territorio.
“A mediano plazo queremos llevar a cabo un proyecto de ecoturismo y de investigación científica porque hay muchos temas del bosque húmedo tropical del Magdalena medio que están por explorar. En general queremos que la conservación se vuelva una forma de vida y que haya muchas empresas y productos ligados a este proyecto”, dice la gerente.
El gran sueño de esta organización es llegar a ser gestores de reservas en todo el a través de la venta de su modelo para que más personas puedan llevar este proyecto a cabo.
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