La pandemia de la COVID-19, que ha matado a más de 2,6 millones de personas en un año, se propagó con rapidez por todo el mundo, a pesar de las advertencias de la Organización Mundial de la Salud (OMS) que, para algunos críticos, fueron lentas e insuficientes.
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La organización internacional defiende que sus advertencias fueron desoídas. Razón por la que se facilitó que el nuevo coronavirus se propagara rápidamente hasta alcanzar la cifra actual de 117 millones de casos confirmados.
En decenas de países con pocos recursos, el registro de casos se limita a aquellos que presentan síntomas. Por eso, creen que millones más habrían contraído el virus, pero fueron asintomáticos y quedaron afuera de las estadísticas.
¿Cuál es el otro argumento por el que señalan a la OMS de ser la responsable de que el coronavirus se propagara con rapidez?
La fecha del 11 de marzo se ha asociado con el primer año de la pandemia. No obstante, en realidad, esta fue declarada oficialmente por la OMS semanas antes, exactamente, el 31 de enero de 2020.
La primera fecha es tomada por los detractores de la OMS para intentar mostrar que la organización tardó en advertir al mundo de la gravedad del nuevo coronavirus. Sin embargo, lo cierto es que llevaba semanas haciéndolo, a través de reuniones y comunicaciones directas con los gobiernos, así como de la prensa.
El 11 de marzo «no fue el momento en que encendimos el máximo nivel de alarma, ese momento fue el 30 de enero, cuando declaré la emergencia sanitaria mundial», aclaró esta semana el director general de la OMS, Tedros Adhanom Ghebreyesus.