Los nombres en este relato se cambiaron para proteger la identidad de la víctima de violencia de género.
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Diana Tamayo es una mujer caleña que decidió contarle a Publimetro Colombia su relato de violencia de género a manos de su expareja.
Inicia el cuento de hadas
Cuando la joven de 27 años, inició su relación con Julio, era el hombre perfecto. La atendía como una reina y la trataba cariñosamente, por eso Diana no pudo evitar caer ante sus encantos.
«En un inicio, como toda relación, al principio todo fue lindo y maravilloso»
Después de un noviazgo de 7 meses, decidió irse a vivir con Julio y la promesa de una relación ideal.
El príncipe mostró su espada
En un momento de la relación, empezó a enseñar su lado celoso. Según ella, un comportamiento enmarcado dentro de lo normal.
Se ponía cada vez peor, se exaltaba con cualquier motivo. Incluso, ya no podían salir a la calle sin tener discusiones por celos.
Diana no se dio cuenta en qué momento permitió que su comportamiento escalara. Cuando iban a alguna discoteca, ella debía permanecer con los ojos sobre la mesa o cualquier mirada a alguien del lugar, era detonante para un ataque de celos.
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Pasear se convirtió en un tormento. Cada vez que se presentaba un plan, ella no sabía si era mejor salir y pasarla mal o quedarse encerrada para no afectar su relación.
Su majestad perdió la máscara
Las discusiones cada vez fueron más fuertes y Julio incluso mostraba señales de ser agresivo, pues en medio de una pelea, golpeó con su puño la pared.
Empezó a revisar su celular. Julio se sabía su contraseña y abría todos los chats para ver los mensajes con otras personas. Diana lo permitía para transmitirle confianza.
Ella siempre trató sus amigos de una manera afectuosa, pero Julio no entendía razones y por cada mensaje mínimamente comprometedor, llegaba una nueva pelea.
Se acabó el cuento de hadas
En su pasado, Diana había trabajado como modelo de protocolo, este fue uno de los puntos que Julio aprovechó para atacarla. La trataba de ‘puta’, le decía todas eran ‘prepagos’. Ella dejó ese trabajo por él, para evitar peleas.
«Cuando uno permite que empiecen a tratarlo de esa manera, las cosas se ponen cada vez peor».
Diana se enteró de que Julio consumía drogas a sus espaldas.
Si bien Diana no era dependiente económicamente de Julio, el hecho de que él ganara más dinero que ella era un factor determinante dado que por estar en una posición de poder, intentaba solucionar todo con salidas y regalos.
Su familia nunca se enteró de nada, por este motivo se fue alejando de todo su círculo social. Ella intentó probar la terapia de pareja con la esperanza de que cambiara, pero nada funcionó.
Surgió la manipulación psicológica, después de cada pelea se disculpaba llorando mientras decía que ella era la culpable.
Llegaron las agresiones físicas
Entró una llamada al celular de José, era una mujer. Diana se enteró que él era el que le estaba siendo infiel. Cuando ella le hizo el reclamo, él la agarró del pelo, la tiró a la cama y le pegó en las piernas.
Ella llamó a la policía y cuando llegó, los uniformados le dijeron que arreglaran las cosas entre ellos, como si no hubiese ocurrido una agresión.
En una segunda oportunidad, se fueron para una fiesta. Cuando se despertó, pensó que Diana había estado con el amigo de él. Ahí empezó a golpearla en la cara.
Dañó su celular 3 veces, incluso llegó a tratar mal a Diana delante de su mamá. En este punto ella ya no sabía cómo separarse de él por miedo de que fuera a atentar contra su familia.
Cerró el círculo y lo denunció
Diana se fue a vivir donde su mamá, le contó la situación y lo denunció con las autoridades. La denuncia se quedó en proceso.
En la diligencia se encontró a una mujer que ya había denunciado a su agresor 5 veces e incluso tenía orden de captura… y nada había pasado.
Hasta el día de hoy, no ha pasado nada con la denuncia. Ni una llamada a Diana.
Hablan las autoridades
Según Nancy Faride Arias, Subsecretaria de Equidad de Género de Cali saliente, la pandemia trajo terribles efectos adversos en materia de violencias basadas en género. Estas son las típicas clasificadas por la ley 1257 como la física, psicológica, sexual, económica y patrimonial. Esto se da debido a la convivencia en el mismo techo con el agresor.
El año 2020 se reportaron hasta 20 llamadas diarias en Casa Matria recepcionando situaciones de mujeres solicitando orientación.
<p>La cifra</p>
— En el 2020 se tipificaron 23 homicidios configurándose como el año más violento
Aumentó la violencia de género psicológica, esta es la que se da en todos los aspectos cotidianos y va generando un deterioro en la autoestima. Cuando una mujer se ve ridiculizada e irrespetada por una pareja de manera sistemática.
El año 2021 aún no tiene cifras consolidadas de denuncias, igual los datos reales son inciertos debido a que las mujeres temen denunciar pues cuando ellas reaccionan, el hombre se vuelve más agresivo y es escalonado.
Los días donde más ocurren casos de violencia de género son los domingos y días feriados, esto puede estar asociado al consumo de licor y las interacciones familiares. La casa no es el lugar más seguro para la mujer, pero tampoco lo es la calle.
Situaciones como los piropos vulgares, la violencia sexual y la delincuencia, se presentan generalmente cuando la mujer va en la calle con las manos ocupadas. Sucede en parques, calles oscuras y recintos cerrados.
Las víctimas de violencia de género intrafamiliar pueden comunicarse a la Casa Matria en Cali llamando al 6688250. Si la violencia se presentó en la calle, debe acercarse al centro de salud más cercano donde se activará la ruta de atención especial.