En 1994 se registró el asesinato de 37 personas en La Chinita, sector del barrio Obrero de Apartadó, en el Urabá antioqueño; por el hecho 20 personas fueron condenadas. Sin embargo, fue una masacre que se atribuyeron las FARC.
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Gerardo Vega, director de la Fundación Forjando Futuros, habló con PUBLIMETRO sobre lo que sucedió, lo que significa la condena del Consejo de Estado a la Nación, a la Fiscalía y la Rama Judicial y lo que sucede en el Urabá antioqueño.
¿Qué pasó en el sector de La Chinita en Apartadó hace 27 años?
Hubo una masacre de 37 personas que fueron asesinadas y 17 heridos hace 27 años. Fue cometida por las FARC y reconocida en cabeza de Iván Márquez dos días antes de hacer el plebiscito por el Acuerdo de Paz y el Gobierno Nacional. Eso fue en el 2016 cuando reconocieron públicamente que fue cometida por ellos.
Ustedes como fundación estuvieron presentes cuando hicieron ese reconocimiento…
Sí, allá estuvimos dos organizaciones sociales, en donde se habló del tema con los negociadores en la Habana, en donde fue reconocida y quedaron varios compromisos por parte del Gobierno para ayudar a reparar a esas víctimas. Incluso, el negociador de las FARC en un evento público en Apartadó ante 2000 personas pidió perdón y reconocieron los hechos.
¿Qué significa la decisión del Consejo de Estado al respecto de la masacre?
El Consejo de Estado condenó a la Fiscalía, a la Rama Judicial y a la Nación por haber adelantado un proceso mal en contra de 20 personas y haberlas condenado a 11 años, cuando no eran responsables de ese hecho. Los responsables fueron las FARC y la justicia colombiana condenó y encarceló a unas personas que no eran culpables. Ahora la Fiscalía y la Rama Judicial tendrán que pagar la indemnización y la reparación a estas personas.
Actualmente Apartadó sigue siendo epicentro de enfrentamientos, ¿Qué está pasando en el territorio?
Desafortunadamente Urabá ha sido epicentro de todas las violencias históricamente. En el pasado estuvieron las guerrillas, después los grupos paramilitares y hoy el Clan del Golfo, las bandas de narcotráfico y una institucionalidad que ha sido cómplice de lo que ha sucedido durante muchos años. Además, de un empresariado que ha sido cómplice de la financiación de grupos paramilitares en la región, el tema del contrabando por la cercanía con Panamá y la ubicación estratégica de Urabá ha permitido una expropiación y un despojo de tierras enorme. Ha habido un movimiento sindical fuerte y se ha experimentado la complicidad colombiana en el Urabá antioqueño y en el Urabá chocoano.
¿Qué está haciendo la fundación Forjando Futuros actualmente en el territorio?
Nosotros nacimos en la región de Urabá, varios de nuestros socios fundadores son de Urabá y trabajan por el territorio desde hace más de 20 años. La fundación con una organización española contribuyó en la edificación de la Biblioteca Federico García Lorca y diferentes proyectos sociales. Además, seguimos ayudando a muchos reclamantes de tierras y hacemos la representación de 60 víctimas en estos procesos judiciales.
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¿Cuál plan a futuro tienen en la región?
Vamos a continuar la labor que hemos hecho en favor de las víctimas y de la gente más pobre y desfavorecida de la región. Vamos a seguir trabajando para que haya oportunidades para todas las personas en la región de Urabá.
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La frase
“Es lamentable que la justicia haya metido a la cárcel a unas personas y que después de 27 años diga que no fueron ellas las responsables de una masacre. La actuación de la Justicia fue un falso positivo”, Gerardo Vega, director fundación forjando Futuros
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La cifra
27 años después el Consejo de Estado condenó a la Nación, a la Fiscalía y a la Rama Judicial por la masacre de La Chinita en Urabá.
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