Con armas de fuego, la Policía atacó y agredió a los asistentes de una fiesta de cumpleaños que se realizaba en la localidad de Bosa.
PUBLICIDAD
Un nuevo caso de presunto abuso de autoridad de la Policía se habría registrado en un establecimiento de la localidad de Bosa. Una familia que celebraba una fiesta de cumpleaños a pesar de las restricciones de la cuarentena habría sido atacada por agentes de Policía. El operativo para disipar la fiesta se convirtió en una batalla campal.
Según narraron los testigos del hecho a Blu Radio, todo empezó cuando los agentes allanaron el establecimiento. Los uniformados llegaron a realizar un operativo de rutina contra la fiesta. Pero en un punto se salió de control y, ante la negativa de la familia a salir, empezaron los disparos.
“Me agredieron con ladrillos y bates, a mi hija con el ladrillo le rompieron la cara. Hubo disparos, yo tengo uno en la pierna izquierda», dijo Katherine Peña, una de las denunciantes, a la emisora. Los agentes habrían disparado 11 veces contra los asistentes a la fiesta de cumpleaños, dejando dos niños heridos.
«Me cogieron varios en el piso a patadas, a mi esposo le dieron en la cara con bolillos y patadas. Al cuñado de mi hija con un casco de la Policía le rompieron la cabeza (…) Al hijo de mi esposo le rompieron en cuatro partes la cabeza, nos hicieron arrodillar y pedir perdón», añadió.
La mujer añadió que los policías la habrían extorsionado para permitirle continuar con la celebración. Ante su negativa, habrían atacado fuertemente a la mujer. «La verdad no puedo más con la persecución, ya no doy más con el tema”, declaró.