El debate. Distintos concejales proponen modelos de atención de la pandemia en Bogotá diferentes a los planteados por la administración.
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Sin camas. La disponibilidad de camas UCI nunca ha llegado al 100%, pero
El nuevo pico de la pandemia que afronta Bogotá ha traído situaciones más críticas que el primer pico. Luego de tres meses, la ciudad volvió a sufrir cierres y a encontrarse afectada gravemente en su estructura económica. La ocupación de UCI, según la Alcaldía de Bogotá, se mantiene sobre el 90%, y gran número de hospitales supera el 100%.
Estos hechos han causado fuertes críticas desde el Concejo distrital, donde se analizó la atención de la pandemia en Bogotá. Decisiones como la de no aumentar el número de camas UCI en Bogotá, que ronda las 1700 a pesar de que al principio de la pandemia se planteó que fuera por encima de 4000, han sido duramente criticadas por las dificultades de atención que esto ofrece.
Concejales como Ana Teresa Bernal, de Colombia Humana, rechazaron estas decisiones. «Solicitamos cambiar el rumbo para enfrentar la pandemia», aseguró Bernal a PUBLIMETRO, haciendo eco a una carta enviada a la mandataria este sábado. En la comunicación, las concejales de la bancada de Colombia Humana pidieron que se replanteen algunas medidas no realizadas durante el período de afectación.
Entre estas se encuentran implementar un sistema de salud en los territorios que no dependa de las EPS; utilizar los recursos que iban a ser destinados para compra de vacunas (y antes para el hospital de Corferias) en instalaciones como los hospitales San Juan de Dios y Kennedy; entregar un auxilio equivalente a un salario mínimo ($908.000) mensual a las familias vulnerables de Bogotá, y sacar al secretario de Salud, Alejandro Gómez.
¿Hay camas UCI?
Una de las mayores preocupaciones en la atención de la pandemia en Bogotá es la disponibilidad de camas UCI. La ocupación de camas de cuidados intensivos, según la Alcaldía, nunca llegó al 100%, pero hay una grave preocupación por la dificultad de acceso actual.
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El concejal del Polo Democrático Carlos Carrillo reveló que, durante el primer pico de la pandemia, 215 personas murieron esperando acceso a una cama de cuidados intensivos. Estos hicieron parte de los 5364 muertos por la pandemia en hospitales de Bogotá entre el 16 de junio y el 23 de septiembre, cuando se levantó la alerta roja hospitalaria.
Según el cabildante, estos casos pidieron un requerimiento a acceso de cama al Centro Regulador de Urgencias y Emergencias (Crue). De estos casos, 9 pacientes tuvieron un requerimiento presentado después de fallecer, y 54 el mismo día de su fallecimiento; el resto tardó más de 24 horas. Hubo casos de personas que demoraron 52 días entre el requerimiento al Crue y su fallecimiento, sin acceso a una UCI. «Es responsabilidad de las EPS, las IPS y el Crue garantizar la atención en UCI lo antes posible», recalcó Carrillo.
Estas sitauciones se estarían repitiendo en los últimos días de alerta roja en los hospitales. El concejal liberal Samir Abisambra reveló un caso de un paciente de 75 años, a quien se solicitó una cama UCI del Hospital San Ignacio el pasado 13 de enero. El paciente nunca ingresó a una unidad de cuidados intensivos, en medio de una confusa nube de aseveraciones.
«El pasado miércoles se puso en conocimiento de la Secretaría la situación del paciente. Según la familia, el jueves nadie se hizo presente de la Secretaría de Salud. Según Saludata había 188 camas disponibles; aún así, al señor se le retiró la solicitud de UCI por su situación clínica, de acuerdo con la IPS», aseguró Abisambra. El paciente falleció el pasado domingo.
«Envío mis condolencias a su familia, quienes además de batallar contra el inclemente COVID, tuvieron que batallar contra la confusión del Hospital San Ignacio y la falta de acompañamiento del Sector Salud», afirmó el concejal. Pidió a la Personería de Bogotá, la Veeduría Distrital y la Secretaría de Salud mayor vigilancia a la atención de la pandemia en Bogotá, con énfasis especial en los hospitales privados de la ciudad.
La cifra
215
Pacientes habrían muerto a la espera de una cama de cuidados intensivos entre el 16 de junio y el 23 de septiembre de 2020, según el concejal Carlos Carrillo.
