En medio del toque de queda en Bogotá, varios establecimientos desafiaron las restricciones para armar fiestas clandestinas.
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Uno de los mayores problemas que ha motivado el pico de la pandemia que actualmente vive Bogotá es la irresponsabilidad de algunos habitantes. La ciudad fue centro de fiestas y rumbas ilegales durante la temporada decembrina. Estas reuniones, así como las más pequeñas en las familias, serían el principal motivo para los elevados niveles de contagio en la ciudad.
Una de estas fiestas clandestinas, que han seguido ocurriendo en medio del toque de queda decretado en Bogotá, se descubrió este lunes en Kennedy. La Policía de la localidad ingresó a un establecimiento ilegal ubicado en el sector de Carvajal, suroccidente de Bogotá.
El local, desde afuera, parecía un parqueadero. Aún así, al ingresar las autoridades encontraron una serie de pasillos ocultos, los cuales daban acceso a salones donde se hacían las fiestas clandestinas.
Las autoridades no lograron capturar a todos los irresponsables que estaban de fiesta. «Un grupo de personas, utilizando un acceso del establecimiento, logran evadir la acción de las autoridades», aseguró William Arias, comandante de la Policía de Kennedy, a CityTV.
Este puente festivo se desactivaron fiestas en las localidades de Kennedy, Engativá y Chapinero con más de 200 asistentes en total. Los presentes en estas fiestas han recibido multas de 32 salarios mínimos diarios, unos 960.000 pesos.