Aunque varios líderes políticos impulsaron el llamado a revocatoria de Claudia López, sus jefes decidieron desestimar estos llamados.
La crisis del coronavirus en Bogotá y las vacaciones de la alcaldesa Claudia López fueron campo fértil para sus opositores. Algunos de los más exaltados, como el representante del Centro Democrático Edward Rodríguez, exigieron su renuncia. Otros hicieron un llamado para presentar la revocatoria de Claudia López.
Entre estos, además de Rodríguez y el concejal uribista Andrés Forero, se encontró el senador Armando Benedetti. Sus respectivos líderes políticos, los senadores Álvaro Uribe Vélez y Gustavo Petro, rechazaron estos llamados.
Recomendados
Atención: sicarios asesinan al concejal de Tuluá Carlos Arturo Londoño
Cancillería aclara qué pasó con congresista del Centro Democrático incomunicado en Venezuela
“Igual que Venezuela”: María Fernanda Cabal sobre las largas filas en Salud Total para reclamar medicamentos
Tanto Petro como Uribe se pronunciaron sobre la revocatoria de Claudia López, así como la de Daniel Quintero en Medellín y Jairo Yáñez en Cúcuta. En sus cuentas de Twitter, aseguraron que los movimientos Colombia Humana y Centro Democrático no apoyarán estas revocatorias.
«Extremistas y corruptos quieren recuperar lo que han perdido por el voto ciudadano», escribió el excandidato presidencial.
Colombia Humana, no participará en las revocatoria de los alcaldes de Medellín, Bogotá y Cúcuta. Extremistas y corruptos quieren recuperar lo que han perdido por el voto ciudadano.
— Gustavo Petro (@petrogustavo) January 6, 2021
Por su parte, el expresidente afirmó que no participará en revocatorias por el riesgo de «rutinizar» el instrumento político. Aún así, de manera velada ratificó la oposición que le harán a López.
El Centro Democrático en unas ciudades y departamentos apoya, en casos declara independencia y también oposición,
— Álvaro Uribe Vélez (@AlvaroUribeVel) January 6, 2021
Pero
No participa en revocatorias porque este instrumento de la democracia debe ser más cívico que partidista y en este momento se corre el riesgo de rutinizarlo