Hemp Textiles, la división de moda del holding canadiense Flora Growth Corp, empezó a comercializar en Colombia ropa hecha con cáñamo de cannabis no psicoactivo.
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Esta iniciativa es una apuesta con la cual la compañía espera echar por tierra el estigma de la planta y aumentar sus exportaciones a Estados Unidos, dijo este martes a Efe el gerente General de la compañía, Nicolás Vásquez.
«Nos interesamos en el mercado colombiano porque sabemos que hay más estigma de cara a la fibra del cannabis debido al desconocimiento frente al tema y eso lo queremos cambiar», comentó el empresario.
Con la marca Stardog Loungewear, Hemp Textiles presentará mañana su colección inaugural que incluye tapabocas, sacos, camisetas, pantalones y zapatos, con precios que van desde los 24.900 hasta los 350.000 pesos (entre 7 y 100 dólares), y que se venderá inicialmente en dos puntos físicos en Bogotá y por comercio electrónico.
En cuanto a Estados Unidos, la intención de Hemp Textiles es aumentar las exportaciones que actualmente corresponden al 70 % de sus ventas.
Para ello, el empresario explicó que el proyecto es «abrir tiendas en ese país en el primer cuatrimestre de 2021».
DE ILEGAL A INDUSTRIA EN ASCENSO
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Aunque la ropa elaborada con cáñamo de cannabis no psicoactivo se utiliza desde hace años y es una tradición en Asia, el que la planta fuera declarada ilegal en Estados Unidos en la década de los años 30 dificultó su producción masiva.
Sin embargo, luego de la despenalización en varios países y conforme la industria del cannabis medicinal empezó a surgir, el Hemp (cáñamo) fue considerado una alternativa para la moda sostenible.
«Comparado con el algodón, el cáñamo consume significativamente menos agua en su proceso de fabricación y una vez queda el producto textil terminado ofrece una mayor resistencia térmica, mejor absorción y dispersión de la humedad», aclaró el gerente.
Actualmente, Hemp Textiles compra la materia prima en Turquía y Asia pero a mediano plazo quiere realizar el proceso de transformación completo en Colombia.
Vásquez explicó que «aunque casi todas las aplicaciones del cannabis tienen que ver con la flor o las hojas, de donde se sacan los ingredientes para los productos cosméticos y farmacéuticos, en el cáñamo la parte principal es el tallo, ya que cuando se abre se encuentran las fibras».
Luego de extraer las «más largas y finas», que son las ideales para hacer las telas, se retira un componente llamado lignina y se hace el hilado para posteriormente pasar a la tejeduría.
El resultado «son prendas cómodas, que están pensadas para ser utilizadas toda la vida porque su resistencia es similar a la del nylon. Además, se biodegrada en un periodo de alrededor de un año, una vez está a la intemperie, mientras que el polyester puede tardar más de 200 años», agregó el experto.
Por ello, el objetivo del empresario «es educar a los colombianos sobre estos beneficios para que exijan al mercado productos textiles más verdes y dejen de estigmatizar el cannabis no psicoactivo», puntualizó Vásquez.
Un estudio de la Fundación para la Educación Superior y el Desarrollo (Fedesarrollo), señala que Colombia tiene potencial para desarrollar cultivos de cannabis y conquistar mercados internacionales con sus productos.
Precisamente, para apoyar la industria este 12 de diciembre se llevará a cabo virtualmente el V Expo Bogotá Cannabis 2020 que tendrá entre otros invitados a Steve DeAngelo, pionero en la creación de dispensarios de cannabis medicinal; Pavel Pachta, consultor en regulación internacional, y el doctor Janosch Kratz, quien hablará sobre las ventajas terapéuticas de la planta.
EFE