Una avenida de Bogotá diseñada para descongestionar masivamente el norte de la ciudad termina entre potreros y una vía destapada.
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Una de las obras más importantes que dejó el alcalde Enrique Peñalosa es la calle 183. Esta vía ubicada en las localidades de Usaquén y Suba es la avenida de Bogotá ubicada más al norte. Con esta vía se espera que los habitantes de todo el norte de la ciudad puedan movilizarse con menos congestión.
En efecto, la creación de la vía ha mejorado el tráfico en los barrios San Antonio, Lijacá y Codito de Usaquén. Pero al cruzar la Autopista Norte, su utilidad se ve drásticamente reducida. El motivo: la vía, que fue hecha con andenes y bicicarril incorporado, termina en medio de potreros.
Según Caracol Radio, que llegó hasta el sector de San José de Bavaria, la vía termina en donde debería quedar la intersección con la avenida Boyacá. La calle 183 fue totalmente terminada, pero no ha iniciado la obra de la Boyacá más allá de la calle 170. En su lugar, hay una vía destapada que da acceso a las fincas de La Conejera.
Así, la avenida de Bogotá se ha convertido en espacio para que los vecinos monten bicicleta, patines y hagan ejercicio. Esta situación se ha visto en otros puntos de obras desproporcionadas y masivas, pero que no se han ejecutado por completo.
La comunidad del sector se ha mostrado preocupada por la posibilidad de que la obra de la avenida Boyacá tenga aún más demoras, lo que haría completamente inútil la flamante vía de la que son vecinos, mientras deben soportar los trancones en las calles de su barrio.
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