La alcaldesa de un municipio rural de la región boliviana de Cochabamba se desmayó este miércoles cuando pobladores del lugar intentaron hacerle montar en burro para llevarla hasta el edificio edil, dentro de una protesta por un conflicto local.
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El conflicto tiene lugar en el municipio de Sipe Sipe, a unos 27 kilómetros de la ciudad de Cochabamba, capital de la región homónima, cuyos pobladores retuvieron y hostigaron desde el martes en la tarde a la alcaldesa María Heredia tras romper un diálogo iniciado para tratar sus demandas.
Los lugareños exigen la compra y distribución de alimentos con el dinero que correspondía al desayuno escolar, cuya entrega se suspendió a la par de las clases por la pandemia de la covid-19.
Heredia, de 53 años, pasó la noche en uno de los puntos de bloqueo que mantienen desde hace tres días padres de familia de Sipe Sipe en la carretera que conecta a la central Cochabamba con el occidente del país.
Hacia el mediodía de este miércoles, los lugareños molestos llevaron un burro hasta el lugar con la intención de trasladar a Heredia montada en el animal hasta la alcaldía, lo que provocó que la autoridad municipal se desmayase, según mostraron canales de televisión locales.
El personal médico que acudió para asistirla tuvo que abrirse paso entre la muchedumbre para brindarle auxilio, ya que los manifestantes se negaron a dar paso a una ambulancia para llevarla a un centro de salud.
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«Estoy mal, no puedo resistir, aire me falta, pero no me entiende la gente», declaró Heredia a los medios.
Mientras recibía oxígeno y suero, Heredia firmó una resolución que aprueba los contratos para distribuir los alimentos demandados por los manifestantes, que no suspendieron la medida y exigían que la alcaldesa haga la contratación allí mismo.
El desayuno escolar se dejó de entregar tras la suspensión de clases en marzo pasado por la pandemia de la covid-19, ante lo cual varios municipios bolivianos acordaron con los padres la entrega de «canastas estudiantiles» con alimentos comprados con el presupuesto que estaba destinado a ese beneficio.
Los manifestantes echaron a la prensa del lugar y tampoco permitieron que la Policía se acerque hasta entrada la noche, cuando se logró la suspensión momentánea del bloqueo para que puedan pasar los centenares de vehículos, sobre todo camiones, que estaban parados en la carretera desde hace tres días.
Heredia pudo refugiarse en una vivienda que fue asediada por algunos de los movilizados, según el diario cochabambino Los Tiempos.
La Asociación de Concejalas y Alcaldesas de Bolivia (Acobol) difundió un comunicado para expresar su rechazo e «indignación» por la agresión «física, verbal y psicológica» sufrida por Heredia y pidió su liberación inmediata.
Acobol recordó que el acoso y la violencia política son delitos penados por las leyes bolivianas y demandó que entidades como el Gobierno nacional, la Defensoría del Pueblo, la Fiscalía y la Policía Boliviana intervengan en este caso según sus respectivas competencias.