En redes sociales se conocieron nuevos detalles de lo sucedido entre Ángela Ferro y Miguel Camilo Parra, la pareja que protagoniza un horrible caso de violencia.
PUBLICIDAD
Ángela fue víctima de su expareja, que decidió atacarla con un hacha en su cabeza con el fin de asesinarla.
Pues en redes sociales se ha denunciado que el hombre, tres días antes del ataque, decidió cancelar el seguro médico a la mujer.
Ahora, con heridas profundas en su cabeza, la mujer pide ayuda y donaciones para pagar la cuenta médica de atención.
Si usted quiere apoyar a la mujer, puede donar en estas plataformas:
La oscura historia detrás de este acto:
PUBLICIDAD
Vivían juntos en una casa ubicada en el barrio El Redil, localidad de Usaquén. Desde el inicio de la pandemia, la mujer vivió con su pareja y su hijo, pero el maltrato de Parra la motivó a separarse. El hecho terminó convirtiéndose en una pesadilla por un intento de feminicidio.
Todo empezó el 10 de octubre. La pareja había tenido problemas y se había motivado a separarse. El hombre había sido robado en TransMilenio y volcó su furia contra su familia, incluida Ángela. En la madrugada, agredió a la mujer que dormía con su hijo, que presenció todo.
«Ese día empezó a gritarles horrible a su madre y a su tía. Ángela tuvo que intervenir, pero ni así logró controlarlo. Ese día, los ánimos estaban tan calientes que un policía tuvo que intervenir y hasta le dio el contacto a las mujeres por si alguna eventualidad», dijo la hermana de Ferro a El Tiempo.
Pocos días después, Ángela tomó la decisión de salir de su casa e irse a vivir con una pareja de amigos, Jonathan Tuta y Oscar Salazar. «Nosotros les ofrecimos nuestra casa a los dos. Sabíamos que los problemas de genio y agresividad de su esposo podían terminar en tragedia», dijeron al diario.
Además, resaltaron que Miguel Camilo Parra era un hombre homofóbico que hacía parte de una iglesia cristiana, a la cual la hermana de Ferro llamó «secta».
El intento de feminicidio ocurrió finalmente el pasado sábado 17 de octubre. «El hijo de Ángela nos llamó suplicando ayuda. Nos dijo: mi mamá ha recibido un hachazo en la cabeza». Cuando Tuta y Salazar llegaron a la casa, encontraron el piso ensangrentado, aunque Ferro ya había sido llevada por policías.