Miles de indígenas colombianos hicieron este lunes en la céntrica Plaza de Bolívar de Bogotá un «juicio político» contra el presidente Iván Duque por «no escuchar a su pueblo» ni atender sus peticiones.
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«Hacemos presencia aquí al frente de la Casa de Nariño y el Palacio de Justicia porque hemos venido caminando para decirle al presidente que Colombia está caminando para defender la vida y la paz», dijo la consejera de la Organización Nacional Indígena de Colombia (ONIC), Aida Quilcué.
En medio de gritos y arengas de los manifestantes que aprobaron el «juicio político», los voceros de la «minga» enumeraron las razones por las que viajaron desde el suroeste del país hasta Bogotá para tratar de dialogar cara a cara con el primer mandatario.
En ese «juicio político», en el que los indígenas dejaron en la mitad de una tarima una silla vacía con el nombre del presidente, denunciaron el incumplimiento del acuerdo de paz firmado en 2016 entre el Gobierno y la antigua guerrilla de las FARC, el asesinato de sus líderes, las masacres y la estigmatización a su lucha.
«Queríamos hablar de los hechos que nos duelen, que nos entristecen, que nos han hecho llorar, pero también que nos han hecho sonreír. Como no hizo presencia hemos, en el marco de esta minga, facultado a los jueces naturales para poner una denuncia en el marco de la vida y la paz», dijo Quilcué.
Pues en ese mismo orden el mandatario se encontraba arribando al departamento de Chocó.
Aunque muchos le criticaron, el mandatario se hizo presente luego de que grupos armados atemorizaran a 200.000 habitantes del municipio de Quibdó.
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Duque caminó las calles de Quibdó con policía y Ejército en una muestra de Estado en los territorios, luego del toque de queda impuesto a los ciudadanos.
