En medio del juicio disciplinario por la golpiza a Javier Ordóñez, los patrulleros Juan Camilo Lloreda y Harby Damián Rodríguez narraron lo sucedido.
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Este miércoles se adelanta el proceso disciplinario en la Procuraduría General de la Nación por la golpiza a Javier Ordóñez que provocó su muerte. En medio del proceso, los agentes Harby Damián Rodríguez y Juan Camilo Lloreda han narrado lo que pasó en ese caso.
Según el agente Rodríguez, empezó con un enfrentamiento con barras de Millonarios. «Al parecer habían tenido problemas con Javier y sus acompañantes», afirmó. Luego dispersaron a los barras bravas, pero el grupo de Ordóñez no lo hizo.
«Nos acercamos a Javier y Wilder y les dijimos que se retiraran para sus casas y evitaran problemas, y ellos empiezan a insultarnos, que nos fuéramos de ahí hijueputas, sapos, ladrones, tombos, que eso era problema de ellos», contó.
Posteriormente, este habría tratado de atacar la motocicleta de los agentes. ««Javier se viene de frente a la motocicleta, se lanza de frente, y golpea a mi compañero Juan Camilo Lloreda en varias oportunidades en el rostro, casco y cabeza», dijo Rodríguez. Esto habría motivado la golpiza a Javier Ordóñez para reducirlo, en sus palabras, y los disparos de pistola taser.
«Cuando logramos reducirlo nos caemos al suelo los tres. Mi radio se suelta y lo único que puedo llegar a hacer es poner mi cuerpo para poder sostenerle sus manos mientras mi compañero le dice que coloque las manos atrás, para poderlo esposar. Yo logro esposarlo solo de una mano peor él era un señoro muy grande, con muchísima fuerza», narró el agente.
Cuando llevaron a Ordóñez esposado al CAI, Rodríguez no iba en la patrulla. Al llegar al CAI Villa Luz, el patrullero vio que su compañero lo golpeaba brutalmente dentro del CAI. «El compañero Juan Camilo Lloreda lo está golpeando con sus pies aproximadamente 4 veces en el estómago y las costillas”, dijo.
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Después, Rodríguez habría salido para recabar más información en el caso con otro agente, con lo que Lloreda habría quedado solo en el CAI. Al volver, ya estaba en muy malas condiciones, por lo que fue llevado por Wilder Salazar y Juan David Uribe a la Clínica Santa María del Lago. Allí se enteraron de la muerte del abogado.
