El pasado mes de julio, el Ministerio de Minas y Energías, y el Ministerio de Ambiente y Desarrollo Sostenible firmaron la Resolución 40177, en la cual se definieron los combustibles limpios como aquellos energéticos de cero o bajas emisiones en el transporte terrestre. En esta clasificación, la gasolina, el diesel y el biodiesel fueron catalogados como “energéticos de bajas emisiones” con un contenido de azufre máximo de 50pmm (partes por millón). Aunque esta cifra, por su contexto y descripción pareciera razonable, la realidad es que dista de ser un número positivo para la calidad del aire.
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El panorama es preocupante en la medida que la regulación para reducir esa cifra a 10pmm, es de cinco años para el diesel y biodiesel, y 10 años para la gasolina. Es decir que solo hasta 2030 habrá una regulación más estricta que agudice las restricciones en las emisiones de material particulado y contaminante, comparable lo que ya hoy se exige en en Europa.
Este letargo también se evidencia en el retraso del país respecto a la norma Euro, una normativa implementada en la Unión Europea para limitar los gases potencialmente peligrosos para la salud en los vehículos nuevos. Mientras que el antiguo continente tiene en vigencia la norma Euro 6c, en Colombia apenas contamos con la Euro IV, evidenciando una demora de 15 años en la implementación de medidas más rigurosas en la calidad de las fuentes energéticas y combustibles del transporte terrestre. Si se compara con países de la región, Chile, Argentina y Brasil ya cumplen la norma Euro V, logrando reducir el material particulado en 97%. Además, en Chile la norma Euro V entrará en vigencia a partir del 2021, lo cual evidencia una amplia brecha si nos comparamos con Sudamérica.
«Mejorar la calidad del combustible en Colombia es una necesidad primaria», señaló Juan Felipe Bedoya, gerente general de Porsche Colombia, el importador de Audi, Volkswagen, SEAT y Skoda, durante el I Congreso de Movilidad Sostenible liderado por ANDEMOS.
“El estándar del nivel de emisiones para motores a gasolina que se exigen hoy en nuestro país y la calidad de gasolina, no acompañan las iniciativas que quisiéramos desplegar localmente. Necesitamos un nivel de emisiones en los motores de gasolina y de diesel mucho más robusto que nos pemita traer motores híbridos de mayor potencia y calidad. Actualmente tenemos un estándar de emisiones oficial en motores de gasolina Euro II, cuando en el mundo está en Euro 6c, siendo estos últimos los que tienen sentido incluirles un motor híbrido, porque es un nivel de gasolina con bajas emisiones y un motor eléctrico que acompaña el desempeño del vehículo”, agregó el directivo de la industria automotriz, haciéndole un llamado al gobierno y a los consumidores para visibilizar esta problemática que, según dejó ver el Congreso, tiene una solución en Colombia.
La apuesta está en una mejora en el proceso de refinación del combustible. Con esto se optimizarían siginificativamente sus condiciones técnicas y ambientales, que permitirían la adpción de motores con tecnologías más limpias. Esto implicaría un robusto proceso de modernización para comenzar a producir combustibles de alta calidad, dando paso al cumplimiento de la norma Euro V. Con esta implementación se aseguraría la optimización del proceso de combustión, reduciendo los niveles de óxido de nitrógeno y material particulado.
Si bien este es un tema con muchas aristas, donde son diversas las partes involucradas, se deben poner sobre la mesa los intereses colectivos y el bienestar común. La calidad del aire es un intangible directamente relacionado con el derecho a salud. Incluso, los Objetivos de Desarrollo Sostenible de Salud y Bienestar y Ciudades y Comunidades Sostenibles reconocen la importancia de reducir el impacto ambiental negativo, así como las enfermedades y muertes por la polución y contaminación.
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En el frente de consumo y competitividad, es necesario generar las condiciones de mercado para seguir ofreciendo una ofensiva de vehículos que contribuyan a una movilidad sostenible, alcanzable en un corto plazo. Tanto la producción como la importación de carros con motores de tecnologías más amigables con el medio ambiente es una característica de competitividad, donde el consumidor y los ciudadanos que transitan en las ciudades, son los mayores beneficiarios.
La llegada de autos eléctricos a Colombia ha tenido una gran acogida y la venta de híbridos ha aumentado 81% en lo corrido de 2020; nuestro país se ha convertido en un abanderado de la comercialización de vehículos eléctricos y de bajas emisiones. Sin embargo, la renovación total del parque automotor a este tipo de vehículos tomaría bastantes años y, en esa medida, es necesario implementar otras alternativas que reduzcan la contaminación actual y mejoren la calidad del aire. Esto se puede lograr con una reglamentación más avanzada y rigurosa en la calidad de las fuentes energéticas para el transporte terrestre, que limite las emisiones contaminantes permitidas actualmente.