La intensidad de la violencia bajó este viernes en la tercera jornada de protestas contra la brutalidad policial, pese a que hubo conatos de disturbios en Bogotá y otras ciudades donde los manifestantes denunciaron otra vez abusos por parte de los uniformados.
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Durante la jornada, el director encargado de la Policía colombiana, general Gustavo Moreno, pidió perdón por las agresiones que llevaron a la muerte de Javier Ordóñez, el hombre de 46 años que fue brutalmente reducido por dos agentes durante su arresto en la madrugada del miércoles en Bogotá.
El centro de las manifestaciones fue Bogotá donde la turba se enfrentó al Escuadrón Móvil Antidisturbios (Esmad) de la Policía en lugares como el Portal Norte, el Centro y Villa Luz, donde trabajaban los dos uniformados involucrados en la muerte de Ordóñez, que encendió las protestas callejeras.
Precisamente en Villa Luz, los manifestantes prendieron fuego por tercer día consecutivo al Comando de Acción Inmediata (CAI) de la Policía mientras se enfrentaban con los uniformados que con gases lacrimógenos trataron de dispersar la protesta.
MANIFESTACIONES PACÍFICAS
Sobre las ruinas de varios CAI destruidos en las últimas 48 horas los manifestantes improvisaron «centros culturales» y bibliotecas populares.
Uno de ellos fue en el barrio La Gaitana, en la populosa localidad de Suba, donde los manifestantes rebautizaron el CAI como Centro Cultural Yulieth Ramírez, nombre de una estudiante de psicología próxima a cumplir 19 años cuya familia dice que murió al ser alcanzada por una bala perdida cuando salió a encontrarse con una amiga pues no participaba en las protestas.
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La fachada de la infraestructura fue pintada con el rostro de la joven y con frases de rechazo a la violencia policial, mientras que las personas fueron poniendo un libro sobre el otro y llenaron de todo tipo de obras una mesa que sobró del CAI.
Lo mismo hicieron en el del barrio La Soledad, donde incluso pusieron música a todo volumen y colgaron una foto de Ordóñez con sus dos hijos en una de las paredes del destruido edificio, que fue quemado en las noches anteriores.
LA POLICÍA PIDIÓ PERDÓN
El comandante encargado de la Policía dijo que «en nombre de todos los policías de Colombia» quiere «pedir a la familia del señor Javier Humberto Ordóñez Bermúdez, perdón».
«Perdón por esas acciones que en este momento son objeto de investigación pero que de acuerdo a lo que se viene manejando, a lo que todos vimos en el video, se constituye en un actuar que no es propio de los policías de Colombia», expresó.
En ese sentido, la alcaldesa de Bogotá, Claudia López, convocó para el domingo un acto de reconciliación y perdón para «reconstruir la confianza entre todos, respetando los derechos y los deberes de los ciudadanos y las instituciones, para que retomemos el propósito de vivir en una ciudad en paz».
Igualmente calificó lo ocurrido en las últimas 48 horas como una «auténtica masacre de jóvenes» en la ciudad, donde desde el miércoles 72 ciudadanos han sido heridos por armas de fuego en Bogotá y dijo que «hubo uso indiscriminado de armas por parte de algunos miembros de la Policía Nacional» para controlar las manifestaciones que se tornaron violentas.
«Hubo actos vandálicos también. Reconocemos la justa indignación y protesta de la ciudadanía, pero también por supuesto hay intereses y actos criminales. No se queman 15 buses de Transmilenio por jóvenes exaltados, ni se incendian ni vandalizan 45 CAI (Comandos de Atencion Inmediata de la Policía) por indignación, sino por manos criminales», añadió.
Igualmente señaló que se han documentado «119 denuncias de abuso policial en 48 horas», mientras que la cifra en lo que iba del año era de 141.
RECHAZO INTERNACIONAL
La situación que vive Colombia llegó al plano internacional, donde diversos organismos y autoridades han manifestado su rechazo a lo ocurrido y piden investigaciones sobre los abusos policiales.
«Todo uso excesivo de violencia por parte de quienes son responsables de proteger a los ciudadanos debe ser rápida y profundamente investigado», expresó el alto representante de la Unión Europea (UE) para la Política Exterior, Josep Borrell.
Mientras tanto, Amnistía Internacional (AI) hizo un llamado para que cese el «uso excesivo de la fuerza» policial y lamentó los «actos de tortura» contra Ordóñez.
«Exigimos el cese inmediato del uso excesivo de la fuerza pública en contra de las personas manifestantes que piden justicia por la muerte del abogado Javier Ordóñez», afirmó en un comunicado la directora de AI para las Américas, Érika Guevara Rosas.
Entre tanto la Comisión Interamericana de Derechos Humanos (CIDH) señaló que «el uso de la fuerza por parte de las fuerzas de seguridad del Estado debe seguir los principios de legalidad, necesidad, razonabilidad y proporcionalidad, poniendo en el centro la protección de los derechos de todas las personas».
Violencia disminuye en tercera jornada de protestas
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