Nuevos detalles fueron registrados en este este hecho que indignó a todo un país. Un soborno habría recibido administradora en fiesta donde golpearon a pediatra.
PUBLICIDAD
Los inquilinos Martín Caro Parra y Fanny Franco Pérez, organizadores de la rumba que terminó en la brutal agresión en contra de la pediatra Dalila Peñaranda y la empleada Carmen Pérez, se pronunciaron a través de dos documentos publicados por el portal Zona Cero.
Las dos misivas son la reunión que tuvieron con el Inspector Noveno en Barranquilla y el otro es un comunicado de los arrendatarios.
Recomendados
“Protestas y fuego”: ciudadanos alteran el orden público por altas tarifas de energía en Montelíbano, Córdoba
Inicia el cuarto ciclo de pagos de Colombia Mayor 2024: cómo ser beneficiario y reclamar el subsidio
Prosperidad Social anuncia fechas de pago y cambios en Renta Ciudadana: Cómo consultar y quiénes serán beneficiados
Caro Parra y Franco Pérez revelaron que para realizar la ‘Covid-fiesta’, pagaron presuntamente como soborno la suma de 500 mil pesos a la administradora del condominio, Glenny Barranco Vargas, y a los vigilantes que estaban de turno.
La administradora aseguró que había recibido 15 quejas por las fiestas en el lugar y los inquilinos solo recibieron dos reclamos.
La inquilina además reveló un acuerdo económico que tenía con la administradora. «Dimos 500 mil pesos para que se hicieran los de la vista gorda en todas las actividades que se realizaban en el apartamento dábamos dinero para que nos permitieran las actividades».
Sin embargo, la administradora negó tajántemente las acusaciones, pero en el comunicado que publicaron Martín Caro Parra y Fanny Franco, detallan cómo fue el pago para la realización de la ‘Covid-fiesta’.
«Realizamos la reunión social porque le pagamos la suma de 500 mil pesos a la administradora, a través de uno de los vigilantes que tiene confianza con ella, quien nos dijo que eran 300 mil para la administradora y 200 mil para los dos vigilantes», expresó la pareja.
Así fue como los vigilantes y la administradora habrían dejado entrar a más de 30 personas, cantantes y mariachis al edificio.
Los inquilinos viven todavía en el apartamento porque están pidiendo una indemnización para desocupar, mientras los propietarios les exigen mudarse de inmediato.
Aseguraron que aún no tienen lugar a dónde irse porque después del escándalo “nadie los quiere de vecinos” en Barranquilla.