Dos uniformados de la Policía Metropolitana de Bogotá están involucrados en la muerte de Javier Ordonez, un abogado de 43 años, padre de dos niños. Abogado que murió luego de ser torturado por policías en Bogotá.
PUBLICIDAD
En un video ciudadano quedó registrado el momento en que dos agentes someten al profesional en el piso, y le propinan varias descargas eléctricas. El hecho se presentó en las últimas horas en el barrio Villa Luz, en la localidad de Engativá.
«Hace rato dijo que por favor, y está quieto, ¿por qué lo lastiman más?» , expresa el hombre que realiza la grabación, ante la indiferencia de los uniformados.
De acuerdo con las primeras versiones, luego de someterlo en la vía, lo trasladaron a un CAI, donde aparentemente continuó la brutal agresión. Del CAI, el profesional, salió completamente malherido, por lo que lo trasladaron a un centro médico, donde murió.
Al respecto, la Policía Metropolitana de Bogotá anunció que los uniformados involucrados en los hechos que rodean la muerte del ciudadano, fueron suspendidos. «Es importante aclarar que las causas de este deceso son materia de investigación por parte de las autoridades competentes», retrató la Institución en un comunicado.
Abogado murió tras ser torturado por policías en Bogotá
En diálogo con 6AM HOY POR HOY, Jaime Bermúdez, tío de la víctima, declaró que el abogado estaba en su apartamento tomando con unos amigos y cuando se acabó el licor salieron a la calle a buscar más. En ese momento, llegaron los agentes, quienes lo inmovilizaron, golpearon y dispararon con una pistola taser. Posteriormente, contó, lo llevaron hasta el CAI que queda a pocas cuadras del sector de Villa Luz, donde continuaron los golpes.
«Nos vienen a matar los mismos policías, esto es terrible…Es una cosa exagerada porque está bien que infringió una norma, pero no era para que lo mataran», aseveró en la entrevista.
Por su parte, Elvia, tía de Ordóñez, contó en Blu Radio que el portero los llamó, para alertarlos sobre los golpes que estaba recibiendo su sobrino a manos de policías:“Salimos corriendo y efectivamente le estaban dando una mano de pata y puño, y le estaban colocando cargas eléctricas en el estómago. Todo el mundo gritaba: ‘¡Sueltenlo!’, y él mismo decía: ‘¡Ya, ya, ya; paren!’”.