Los métodos que denuncia Mancuso que han usado para silenciarlo en Colombia y las verdades que contaría Mancuso si viene al país, trasnochan a muchos.
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Una carta de Salvatore Mancuso causa alboroto en el país por sus denuncias.
El paramilitar, que aún no y sabe si vendrá a Colombia a ‘cantar’, es noticia por sus declaraciones en contra de Francisco Santos.
También por denunciar que lo han querido silenciar para que no siga hablando de los nexos del Estado con la conformación, sustentación y apoyo a las Autodefensas Unidas de Colombia.
Los métodos que denuncia Mancuso que han usado para silenciarlo en Colombia:
Mancuso asegura que en Colombia fue «silenciado» para que no dijera lo que sabía de vínculos de políticos con paramilitares, y añade que está dispuesto a contar la verdad de los crímenes de las AUC.
Según afirma, «se han utilizado medios coercitivos» para intimidarlo, tales «como torturas, amenazas, persecución judicial a través de montajes como los que he denunciado pública y judicialmente, todo tratando de callarme, ni que decir, cuando conté de forma detallada de las relaciones del Estado y las AUC».
Mancuso señala que fue extraditado para que no hablara y contara la verdad en tiempos de justicia y paz.
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Uno de sus miedos, según lo que cuenta ante los estrados judiciales, es que llegado a Colombia, se asesinado.
Y es que esta sería la carta bajo la manga con la que buscaría que lo dejen allí, pues dice que en nuestro país lo quieren torturar y asesinar para que no cuente la verdad.
«Colombia ya sabe lo que me ocurrió, como venganza criminal y para callarme fui extraditado, debido a que relaté como colaboradores, funcionarios cercanos al gobierno del presidente Álvaro Uribe, como Francisco Santos, hoy embajador de Colombia en Estados Unidos (…) fueron personas muy cercanas con las AUC».
Y las verdades que contaría Mancuso si viene al país:
Salvatore Mancuso vendría al país a contar la verdad, según él, sobre Álvaro Uribe Vélez y su hermano Santiago, como financiadores de las AUC.
También contaría los vínculos entre los altos estamentos del Estado y los paramilitares.
Una de las cosas que más llaman la atención sobre su promesa de verdad sería su relato sobre perpetradores de masacres y quién motivó los asesinatos en los años 90 y 2000.
«Colombia no conoce la verdad, porque no hubo ni existe interés político de que esto ocurriera ni ocurra, se rasgan las vestiduras exigiendo verdad, pero hipócritamente se impide la reconstrucción de la misma, se instrumentaliza la justicia como forma de venganza, el proceso de Justicia y Paz terminó siendo peor que un proceso ordinario, donde la transicionalidad brilla por su ausencia», asegura Mancuso.
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