«No es un triunfo de un gobierno, ni de un presidente, ni de los funcionarios del Estado, es un triunfo de todo un país, es la demostración de lo que somos capaces de lograr como sociedad», dijo el presidente Iván Duque en la inauguración del Túnel de La Línea, una obra de ingeniería que el país estaba esperando desde hace un siglo y que tras once años de retrasos por fin conectará el occidente y el interior de Colombia a través de 8,65 kilómetros de recorrido entre las cordilleras, lo que lo convierte en el túnel más largo de América Latina.
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El Túnel de La Línea conecta los municipios de Cajamarca (Tolima) y Calarcá (Quindío), lo que evitará el desplazamiento de carga desde el puerto de Buenaventura hacia Bogotá por la que es considerada una de las carreteras más difíciles del país, que sube hasta el Alto de La Línea en la cordillera central, hecho que dinamizará la economía nacional y que fue celebrado por los gremios económicos.
«Hoy me enorgullece ver tantas caras amables, porque esta obra significa para los transportadores ahorros de más de $250.000 millones por año. Esta obra significa ganancias en competitividad, pero también significa una puerta de entrada al turismo», agregó el presidente Iván Duque en su discurso.
En la inauguración del Túnel de La Línea también también estuvieron presentes los gobernadores de los departamentos del Eje Cafetero y el Tolima. Este último, Ricardo Orozco, le agradeció a Duque por la obra: «Como gobernador y ciudadano le reconozco que en dos años logró sacar una obra que muchos veían como un elefante blanco en la infraestructura de Colombia»
FOTOS: Así quedó el Túnel de La Línea, el más largo de Latinoamérica
