Desde la noche del pasado miércoles 19 de agosto, tres mineros están atrapados en una mina de carbón en Lenguazaque, Cundinamarca. Para mantenerlos con vida, les hacen llegar agua, maní y bebidas hidratantes por una manguera.
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Antonio Salas, Wilmer Orjuela y Antonio Javier son los trabajadores que están en el socavón, a 27 metros de profundidad. Afuera, sus compañeros no paran de sacar carbón para abrir la ruta que les permitirá la salida.
«Las cosas van en buen camino. Se ha trabajado incesantemente con todos los organismos de socorro. Hay que tener fe. Quiero darles un parte de tranquilidad y a la comunidad. Ellos están bien, están con vida», dijo el alcalde de Lenguazaque.
Cada cuatro horas, los mineros que están por fuera de la mina cambian de turno para que otro grupo apoye la remoción del carbón. «El avance ha sido bastante representativo. Esperamos llegar muy rápido y evacuar a los tres mineros», dijo la secretaria de Minas de Cundinamarca, Olga Ramírez.
«Todo pasó por el rodamiento de un carro que subía con la carga. Se soltó la guaya y el vehículo se devolvió. El fuerte movimiento causó un derrumbe», añadió Ramírez.
Por lo pronto, se sabe que los tres hombres continúan con vida. Las mangueras también sirven para enviarles aire, pues en el socavón hace mucho calor.
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