La carrera por producir una vacuna contra el coronavirus abrió la puerta para que países como México y Argentina, que figuran entre las naciones a nivel mundial con mayor número de contagios junto con Brasil, desarrollen el antídoto contra un virus que en América Latina.
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La noticia sobre la elaboración de la vacuna en la región ha generado expectativas ante el más reciente anuncio del presidente argentino, Alberto Fernández, de que su país, junto con México, producirá entre 150 y 250 millones de dosis del fármaco desarrollado por AstraZeneca en colaboración con la universidad británica de Oxford para Latinoamérica.
Y mientras, Rusia, EE.UU., China y Reino Unido realizan las pruebas y patentes de la futura vacuna, el mundo ya registra 21.020.216 contagios por COVID y las muertes según la OMS superaron este viernes la barrera de los tres cuartos de millón (750.400), más de la mitad de ellos en América, que hoy también rebasó la cifra de los 400.000 fallecidos.
Vacunas se abren paso en estos tres países de América Latina
Brasil, Argentina y México, que figuran en el top 10 de naciones con mayor número de contagios, tienen fábricas propias de vacunas, pero el gigante suramericano es el único con una estructura apta para la producción a gran escala de la CoronaVac, la vacuna desarrollada junto con el laboratorio chino Sinovac.
En Argentina, el laboratorio mAbxience, del Grupo Insud, será el responsable de la producción de la sustancia activa de la vacuna, mientras que el laboratorio mexicano Liomont completará el proceso de formulación y envasado.
AstraZeneca firmó un acuerdo con la Fundación Carlos Slim para contribuir a la producción y la distribución sin beneficio económico en América Latina durante la pandemia, de la potencial vacuna, que tendrá un coste de entre 3 y 4 dólares por dosis.
El director de operaciones de la planta de mAbxience en Garín, en la provincia de Buenos Aires, Lucas Filgueira, explicó que los primeros resultados de la prueba clínica estarán en octubre y espera que a finales de este año o inicios del próximo se empiece a producir lotes comerciales.
En el caso de Brasil, las primeras dosis de la Coronavac empezaron a ser aplicadas a 890 profesionales de la salud, aunque la previsión es testarla a unos 9.000 voluntarios.