Según Human Rights Watch (HRW), la pandemia puede ser devastadora para niños wayúu en La Guajira.
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El coronavirus y las medidas del Gobierno ueden causar «efectos devastadores» en la nutrición de los pequeños.
Así lo alertó HRW y el Centro de Salud Humanitaria Johns Hopkins.
En la presentación del informe «Un pueblo resiliente: El pueblo indígena wayúu de Colombia enfrenta una crisis de desnutrición en medio de la pandemia», el director para las Américas de HRW, José Miguel Vivanco, alertó que por la crisis «la supervivencia de muchos wayúu está, literalmente, en riesgo».
«Nuestro estudio indica y demuestra que el COVID-19 y las medidas que se están implementando para evitar el contagio del virus pueden tener efectos devastadores para la comunidad wayúu», expresó Vivanco.
NÓMADAS ENTRE DOS PAÍSES
Los wayúu son un pueblo nómada que habita las regiones semiáridas del norte de Colombia y el oeste de Venezuela.
Además, tienen su propia lengua llamada wayuunaiki.
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Según el informe, con una población de unas 270.000 personas, los wayúu son el grupo indígena más numeroso de Colombia.
La gran mayoría de esta comunidad vive en el departamento de La Guajira.
Casi todos habitan áreas rurales o poblados pequeños.
Además, sus fuentes de alimentación y de ingresos tradicionalmente han sido la agricultura de subsistencia, la búsqueda estacional de alimentos, la cría de cabras o la pesca.
Sin embargo, explicó Vivanco, «las condiciones históricas, diríamos que hasta crónicas, y el estándar de vida, fundamentalmente desde el punto de vista de salud y alimentación de los wayúu que viven en esa región, ha sido históricamente una situación muy difícil, muy precaria, con unos índices alarmantes de desnutrición».
«Estas condiciones se han ido agravando con el tiempo y hoy en día constituyen una situación especialmente grave en el contexto de la COVID-19», afirmó el director para las Américas de HRW.
De los 422.519 casos de COVID-19 que hay en Colombia, 3062 están en La Guajira.
ALTA MORTALIDAD Y FALTA DE AGUA
Shannon Doocy, profesora asociada de Salud Internacional en la Escuela de Salud Pública Johns Hopkins Bloomberg y una de las autoras del informe, manifestó que en La Guajira «las tasas de mortalidad de los niños son mucho más altas en comparación con otros lugares de Colombia y se parecen más a lo que vemos en África, por ejemplo».
En 2019, según el informe, la tasa de muertes por desnutrición de niños menores de cinco años en La Guajira fue casi seis veces mayor que la del resto del país.
Por eso las organizaciones alertan sobre la posibilidad de que la tasa real sea aún mucho más alta.
«Uno de los problemas más graves que hemos visto es la falta de agua y esa es la base de los problemas de salud y desnutrición de los niños. Por ejemplo, lo que vemos es que menos del 5 % de las comunidades indígenas en ciertas áreas de La Guajira tiene acceso a agua potable, la mayoría están usando agua que no es potable», expresó la investigadora.
Con la crisis por la pandemia la situación se agrava.
Esto, debido a que «tener nivel básico de higiene es muy importante para la prevención» del coronavirus.
Pero es algo difícil de controlar para las comunidades para las que «no hay suficiente agua».
«Esa falta de agua también es problemática porque la población no puede tener mucho acceso a oportunidades económicas. Por ejemplo, no pueden tener animales, mantener plantas. Eso significa que los niños no tienen una dieta muy buena, no están comiendo tres veces al día (…) y cuando están comiendo no tienen una variedad de comidas para mantener su salud», detalló.