El fin de semana, las redes sociales se llenaron con la foto de la profesora María Angélica Polanco de 38 años, en el municipio de Barrancabermeja en Santander.
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Cuatro días de búsqueda de la santandereana que daba clases en un colegio local, terminaron con el descubrimiento de un cadáver en zona rural.
Un avanzado estado de descomposición del cuerpo, tuvo que llevar a las autoridades ante la familia de la desaparecida para que identificaran el cuerpo.
Rápidamente, familiares de la víctima reconocieron el cuerpo de la mujer, por las facciones y por la ropa que llevaba el día que desapareció.
Aquí empiezan los detalles macabros.
El día de la desaparición, cinco minutos antes de salir de su casa, la mujer recibió una llamada de su expareja, el padre de sus hijos.
La relación de ella con el hombre, trabajador del sector petrolero, no era la mejor, pues llevaban una demanda por alimentos.
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Un familiar de Polanco asegura que la llamada fue para decirle que la esperaba abajo. Luego, la mujer abordó un vehículo y no se volvió a saber de ella, hasta que la encontraron muerta.
El hombre, que ahora es sospechoso en la muerte, es sindicalista de la USO, desde donde tratan el crimen como un feminicidio.
Polanco era madre de tres niños, entre ellos, un bebé se seis meses de edad, que ahora quedan a la deriva, pues las investigaciones vinculan al padre con el fallecimiento de la mujer.
«Nos encontramos recopilando la información junto con la Fiscalía General de la Nación que nos pueda llevar al esclarecimiento del crimen par dar con los agresores de esta mujer», indicó el coronel Óscar Landazabal, comandante operativo de la Policía del Magdalena Medio.
