Día a día, se confirman nuevos casos de coronavirus. Razón por la que la mayoría de gobiernos han decretado drásticas medidas como el aislamiento obligatorio. Y es que evitar la propagación es crucial.
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Además, hasta el momento, la única solución para poner punto final a la pandemia parece ser una vacuna. Por eso, expertos y científicos trabajan arduamente en la consecución de ella.
Los avances son importantes. Desde Rusia y la Universidad de Oxford han entregado buenas noticias que ilusionan al mundo. Eso sí, según la Organización Mundial de la Salud (OMS) no estará lista antes de principios de 2021.
Sin embargo, algunos países ya piensan en hacerse con la vacuna. Es el caso de Estados Unidos que, en las últimas horas, dio a conocer una información sobre una decisión que sorprendió a más de uno.
Estados Unidos se le adelantó a todos en torno a la compra de la vacuna contra el coronavirus
Por su parte, EE.UU., que con 142.942 muertos y 3.955.860 casos sigue siendo el epicentro mundial de la pandemia, firmó un acuerdo con las farmacéuticas Pfizer y BioNTech para recibir 100 millones de dosis primero y 500 millones después de BNT162, la vacuna en la que trabajan conjuntamente ambas compañías, una vez sea aprobada por la Administración de Alimentos y Fármacos.
El secretario estadounidense de Salud, Alex Azar, destacó que con este acuerdo «se amplían las probabilidades» de que tener «una vacuna segura y efectiva tan pronto como a final de año».
Esto mientras el país enfrentó hoy nuevos cierres paulatinos de actividades debido al avance de la enfermedad. Por ejemplo, el alcalde de Baltimore, Bernard Young, ordenó que los restaurantes suspendan a partir del viernes y durante al menos dos semanas el servicio en el interior de los locales y que limiten la atención a zonas externas o para llevar y ordenó el uso de tapabocas en público.
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«Probablemente la herramienta más poderosa que tenemos es una simple máscara facial», afirmó por su parte el director de los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades (CDC), Robert Redfield, que dijo que si todos los estadounidenses asumen su uso como parte de su responsabilidad habrá un impacto «muy significativo» en las próximas semanas.
