Cifra redonda. El 15 de julio de 1970, el primer Renault 4 producido en la planta de Sofasa de Envigado salió a las calles colombianas.
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Memorias. El ‘amigo fiel’ tuvo 21 años de producción en Colombia, dejando muchos recuerdos a millones de colombianos.
Tenía cuatro años cuando un tío decidió montar una panadería en Duitama. No era simplemente una panadería de barrio: sería una gran pastelería para repartir tortas y ponqués a la ciudad y los pueblos vecinos. Así que mi tío decidió comprar un vehículo especial para cargar sus pasteles: no tenía puertas traseras sino una gran caja que sobresalía del frente del vehículo en la que igual iban las sillas, pero además unas bandejas para cargar pasteles.
Mi primer recuerdo automovilístico es ese, en el que descubrí que había carros diferentes para usos diferentes. Desde entonces, desde que descubrí esa furgoneta basada en un Renault 4, me volví un aficionado a los automóviles. Hoy en día, por eso, tomo esta página que suele contar las novedades de los nuevos vehículos para hablar de un viejo conocido. Que para muchos, es más que un viejo conocido, es un «amigo fiel».
Este remoquete fue creado en 1975 por la agencia de publicidad Sancho para vender al hatchback que ya llevaba unos años en Colombia. Porque el primer Renault 4 producido en Colombia, que inauguró la producción de la planta de Sofasa, fue terminado y presentado al público el 15 de julio de 1970. Contó con la presencia del electo presidente Misael Pastrana y el presidente global de Renault, Pierre Dreyfus.
Este primer vehículo, en color azul Francia (que se llamó en Colombia «azul Pastrana» por el color del partido del nuevo presidente) fue exhibido durante varias semanas en el concesionario Agenciauto. El médico Darío Mesa Upegui lo adquirió, aunque era cliente asiduo de Mercedes-Benz y BMW. El vehículo estuvo en la casa de los Mesa Upegui durante cinco años y pasó por otros dueños, hasta que en 1992 el concesionario lo readquirió y lo exhibe en sus vitrinas de Medellín.
«El carro colombiano»
Antes de ser el «amigo fiel», el Renault 4 era «el carro colombiano». Aunque Chrysler Colmotores ensamblaba los Simca y el Dodge Dart, y Leónidas Lara (luego la Compañía Colombiana Automotriz) ensamblaba algunos Fiat yugoslavos, el fuerte de ambas fábricas era los vehículos comerciales. Las camionetas Dodge e International, los Jeep y los camiones eran la gran fuerza comercial en ese entonces.
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La llegada del 4, con su pequeño motor de 850 centímetros cúbicos y solo 38 caballos, cambió esta visión. No fue un proceso sencillo, pues a los ojos de muchos tenía latas frágiles y soluciones particulares. La palanca de cambios en el timón, con la varilla sobre el motor, y la suspensión trasera que hace que un lado del carro sea más largo que el otro (también presente en los Renault 5 y 6) confundieron a muchos.
Aún así, solo fue cuestión de tiempo para que sus ventajas se notaran más. El espacio y la confiabilidad mecánica, en un país donde las vías principales seguían siendo trochas, fueron notorios. También lo fue la economía de combustible y, por supuesto, los beneficios que traía el ensamblaje local en precio. A su lado se fueron quedando los gigantescos sedanes norteamericanos, los Escarabajos y hasta los Simca y Fiat. En 1980 vendió 8073 unidades, el 38% del mercado de ese año.
Como resultado, miles de familias entre 1970 y 1992 tuvieron el 4 como su primer carro nuevo. Sofasa, que inició armando solo cinco carros diarios, arreció su embate al mercado colombiano con el Renault 12 en 1973 y el 6 en 1974. Hoy en día la planta produce 70.000 vehículos anuales entre los Sandero, Logan y Duster. Unos 30.000 de estos vehículos son exportados a países tan diversos como México, Chile y Argentina.
Un espacio en los corazones
Muchos de quienes lean este artículo tendrán un recuerdo como el que escribí arriba sobre la «renoleta» de mi tío. Algunos recordarán que en un Renault 4 aprendieron a conducir. Otros, los viajes para ir a visitar a la novia o a los amigos, o las vacaciones en familia. Incluso no faltará el que se acuerde de una varada o del problema para meter reversa, o las ventanas corredizas.
El Renault 4 ya tenía rivales durísimos en 1983, como el Chevrolet Chevette, el Fiat 147 y el Mazda 323. Incluso su papel familiar en Sofasa había sido usurpado por el Renault 9, otro carro con muchísimo cariño en Colombia. Durante la década de los 80 Renault lo actualizó con mejores motores hechos en Duitama, primero con el motor 1.0 del Master y luego con el 1.3 del Líder, que lo mantuvieron vigente. En 1992, ya su vida útil no dio más y, tras 97.050 unidades, el último vehículo salió de la fábrica de Envigado.
Pero el «amigo fiel» sigue estando en la mente de los colombianos, que durante muchos años clamaron por un sucesor. Sofasa lo intentó con el Twingo, luego con el Clio y finalmente con el que parece ser el concepto más cercano, el Kwid. Pero el cariño de sus propietarios sigue vigente aún hoy en día, como se ve con cada vez más vehículos que entran al registro de antiguos y clásicos o actividades del Club de Clásicos Renault.
El carro en un minuto
Vehículo: Renault 4 1970
Motor: 4 cilindros en línea, 850 centímetros cúbicos, carburado.
Transmisión: mecánica de 4 velocidades, con palanca en el tablero.
Tracción: delantera.
Precio: $71.900 (en 2020: unos $64’000.000)
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