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Mini Clubman: todavía hay espacio para las station wagon en el mercado de lujo

Pequeño familiar. El Mini Clubman hace caso a la tipología «mini» al ser un vehículo familiar compacto, con más espacio que sus hermanos de plataforma.

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Póngale picante. La variedad de versiones entre las de entrada y los modelos John Cooper Works transforman por completo al Mini Clubman.

Ya han pasado más de 20 años desde que BMW tomó el control de la marca Mini de su inventora, Rover. La marca británica se había mantenido desde los años 60 construyendo los clásicos Mini, Cooper y Clubman, pero con la infusión de recursos provenientes de Múnich, reconstruyó la plataforma y desarrolló un concepto de auto compacto de lujo basado en estos carismáticos vehículos.

Aunque Volkswagen lo intentó con los New Beetle y Fiat se mantiene con variaciones del 500, Mini desarrolló toda una gama de vehículos con esta plataforma. Entre el Coupé tradicional y la SUV Countryman quedó el espacio para el Mini Clubman, un station wagon que combina el espacio del baúl ampliado con el carisma de la plataforma del coupé. Y que puede convertirse en un auténtico cohete para hacer mercado.

No quiere decir el carácter familiar que se trate de un vehículo grande. Con solo 4,3 metros de longitud, es bastante compacto, de hecho. El ancho y la baja altura mantienen una estética deportiva. Por dentro hay espacio para cinco personas más o menos cómodas, aunque las vistosas sillas son fuertemente envolventes. Detalles ya tradicionales en los Mini como la consola central circular con la pantalla de entretenimiento embebida están presentes.

Deportivo de bolsillo

PUBLIMETRO pudo probar la versión tope de la gama del Clubman, que como en toda la gama Mini se apellida John Cooper Works. Mientras las versiones básicas de este vehículo (Cooper S) tienen motores 2 litros turbo de 192 caballos de potencia, esta es mucho más exigida mecánicamente. El mismo motor en esta versión llega a 306 caballos gracias a mayor presión en los turbocargadores. Va acoplada a la transmisión automática de 8 velocidades común en los vehículos de BMW y a tracción a las cuatro ruedas.

Esto en la práctica hace un auto que debe manejarse con cuidado. Poner más de la cuenta el pie en el acelerador implica superar con mucha rapidez las velocidades legales. Además, la respuesta es envidiable y los frenos son espléndidos, por lo que también hay que tener cuidado con el pedal derecho. Todo se acumula para generar una sensación que se disfruta mucho más en carretera.

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En una buena autopista, la recuperación y los bríos del paquete mecánico se sienten muy bien. Pero en ciudad, sobre todo en una ciudad como Bogotá, otros efectos empiezan a molestar. La suspensión sufre sobremanera con los huecos y la dureza de las imperfecciones es evidente. Los tres modos de manejo afectan primordialmente la respuesta del motor, pero ninguno da un alivio para la espalda de los ocupantes.

De colección

El Mini Clubman, por supuesto, es un automóvil con mucho lujo, lo que debería implicar un equipamiento mejorado. Así, por ejemplo, cuenta con un buen sistema Mini Connected que opera el entretenimiento del vehículo. También cuenta con asistencias de seguridad como un control de crucero con frenado automático, sensores de colisión y seis airbags.

A pesar de esto, algunas cosas faltan. En una situación ya familiar con BMW, el infoentretenimiento no se vincula con Android Auto: solo opera con Apple CarPlay. Además, la baja altura al suelo lo hace muy delicado, por ejemplo, para pasar policías acostados. Y al final, a pesar de todos los usos adecuados de espacio, sigue siendo un auto compacto y, en pocas palabras, pequeño.

El costo, por supuesto, delata su origen británico. Desde 131 millones de pesos, presenta una dura lucha, sobre todo con sus primos alemanes. De hecho la ventaja de la versión más potente es que ofrece una posición poco común en el mercado colombiano. Es un auto con la potencia y la vitalidad de un deportivo, pero con practicidad y, sobre todo, con un tamaño que lo hace vivible en la ciudad. Eso sí, van a ser más constantes los dolores de espalda que de cabeza…


El carro en un minuto

Modelo: Mini Clubman John Cooper Works 2020

Motor: 2.0 litros, 4 cilindros, doble turbocargador. 306 caballos de potencia.

Transmisión: Automática de ocho velocidades con levas en el timón.

Tracción: a las cuatro ruedas con tres modos de manejo

Pro: Velocidad de deportivo, espacio interior de familiar, tamaño de compacto.

Contra: Incómodo como deportivo, falta Android Auto.

Precio: desde $130’900.000. Versión en prueba: $161’900.000.

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