El accidente cerebrovascular (ACV) es una patología que, según la OMS, genera la primera causa de discapacidad y la segunda de muerte en el mundo. Las personas con hipertensión, diabetes, tabaquismo, obesidad y los mayores de 65 años son más propensas a sufrir esta enfermedad.
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El ACV, también llamado ataque cerebrovascular, infarto cerebral o stroke es una emergencia médica que ocurre cuando un coágulo bloquea el flujo de sangre en las arterias que nutren el cerebro, ocasionando que mueran células por falta de oxígeno. También ocurre cuando un vaso sanguíneo se rompe y sangra dentro del cráneo. Se estima que 1,9 millones de células cerebrales mueren cada minuto durante un ACV.
Si es tratado a tiempo, se evitaría un mayor daño, de lo contrario, puede generar pérdida permanente de funciones cerebrales que afectan la coordinación y el movimiento provocando parálisis muscular, disminución de la capacidad para hablar, problemas visuales en uno o ambos ojos, pérdida de la memoria o, en el peor de los casos, la muerte.
En Latinoamérica se han publicado numerosos informes sobre la epidemiología del ACV, sin embargo, todos difieren en términos de métodos empleados y puntos finales.
En Colombia, el Grupo de Investigación de Medicina Comunitaria y Salud Colectiva, junto con el Grupo de Investigación de Neurología de la Universidad El Bosque publicaron un estudio que describe la epidemiología del ACV y otras enfermedades cerebrovasculares en el país, así como su correlación con factores de riesgo reconocido y variables sociales
¿Cómo se llevó a cabo el estudio?
Lo primero que se hizo fue un análisis descriptivo del sistema de registro vital colombiano y el sistema de información de seguridad social. Luego, se calcularon las tasas y proporciones, se corrigieron por subregistro y se estandarizaron. Como estudios secundarios, se utilizaron datos de encuestas nacionales y gubernamentales sobre diabetes mellitus, obesidad, hipertensión, sedentarismo, consumo de tabaco y alcohol, así como necesidades básicas insatisfechas. En medio de la evaluación, también se revisaron las curvas e índices de concentración con el fin de conocer las desigualdades en la distribución de eventos y, se realizaron análisis factoriales de regresión múltiple multivariante para evaluar las correlaciones.
Grandes hallazgos de la investigación
El estudio arrojó como resultado diferentes indicadores que advierten la incidencia de enfermedades en los accidentes cerebrovasculares.
- La hipertensión y el consumo de tabaco fueron los factores de riesgo más relevantes para la mayoría de los modelos simples y múltiples.
- La enfermedad cerebrovascular (ECV) global tenía una tasa de mortalidad nacional y una tasa de prevalencia de 28 y 142 por cada 100.000 personas, respectivamente.
- La hemorragia intracraneal no traumática tuvo la tasa de mortalidad más alta (es decir, 15 por 100.000).
- El infarto cerebral y la isquemia cerebral transitoria tuvieron las tasas de prevalencia más altas (es decir, 28 y 29 por 100.000, respectivamente).
- La angiopatía amiloide cerebral y la trombosis venosa intracraneal no piógena fueron las categorías de enfermedad con la distribución socialmente más desigual de muertes y casos (es decir, índices de concentración de .34 y .29, respectivamente).
Este estudio llevó a varias conclusiones que podrían a aliviar la carga de las ECV. Primero, son un marcador de desigualdad sanitaria y vulnerabilidad social, lo que las convierte en un motivo de preocupación en Colombia; se debe hacer un control nacional de los factores de riesgo, como la hipertensión y el consumo de tabaco; es necesario enfocarse en el diseño y realización de políticas públicas en las regiones vulnerables y, se deben estandarizar los registros obligatorios de ECV.