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Líderes sociales en Colombia luchan con otros ‘virus’

La crisis provocada por la pandemia puso a los líderes del país en un confinamiento obligado que los hizo más vulnerables. Además, se hizo evidente el abandono del Estado y la indiferencia de todo un país.

Los tres primeros meses del año han sido difíciles para los líderes sociales en Colombia. Ellos ahora son más vulnerables en medio de esta emergencia nacional por la pandemia del coronavirus.

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Además de los altos niveles de violencia y de los ataques en su contra por su labor en la defensa de los derechos humanos, “se está haciendo frente a una crisis provocada por la pandemia de la COVID-19 que ha puesto en evidencia los vacíos del Estado en las regiones y las vulnerabilidades a las que está expuesta la población, especialmente en territorios rurales”, indicó el más reciente informe de Somos Defensores, que hoy le mostramos.

Esta situación que vive el país desde principios de año también ha impedido a organizaciones como esta para que puedan cumplir con su labor de monitoreo y hacer las denuncias oportunas.

Subregistro en agresiones a líderes sociales en Colombia

El informe aclara que los problemas de comunicación en algunas zonas del país, los constantes enfrentamientos entre grupos armados y ahora el aislamiento obligatorio “ha dificultado la labor de monitoreo de violencia y, por lo tanto, ha llevado a que se conozcan menos agresiones, lo cual no quiere decir que no estén ocurriendo”.

Esta es la razón por la cual en marzo se registra un menor número que en enero y febrero.

En medio de este contexto, para el período enero-marzo la organización confirmó 197 agresiones contra 187 personas. Es decir, que una misma persona pudo ser víctima de varias agresiones.

Entre los tipos de agresión hay asesinatos, amenazas, atentados, detenciones arbitrarias, judicializaciones, desapariciones forzadas y robos de información sensible.

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Del total de casos, 70 se presentaron en enero, 52 en febrero y 65 en marzo.

La violencia aumenta

En esos tres meses, la agresión que más se repitió fue la amenaza, con un total de 115 registros, a comparación del 2019, cuando se registraron 207 casos en el mismo tiempo. Por otro lado, los atentados tuvieron un incremento de 3 casos, con respecto al año anterior, para un total de 14 casos. Las detenciones arbitrarias y la desaparición forzada, que en 2019 fueron nulas, para este año reportaron 8 casos en cada tipo.

Los asesinatos merecen un aparte más detallado en los tipos de agresiones.

Somos Defensores reportó entre enero y marzo de 2020 uno 47 casos de asesinatos contra líderes en Colombia. Esta cifra supera los 25 casos ocurridos en 2019 en los mismos meses, incluso los 41 que tuvieron lugar en 2018. Unos 17 asesinatos ocurrieron en enero, 16 en febrero y 14 en marzo. Además, de estos 5 son mujeres y 42 son hombres.

Según Somos defensores, “en este período llama la atención el incremento del asesinatos como forma de agresión; su alta ocurrencia en apenas los 3 primeros meses del año deja en evidencia el riesgo en el que actualmente se encuentran en gran parte del país quienes defienden los derechos de comunidades y territorios. Que esta forma de violencia haya tenido un aumento del 88% en relación con el mismo período del 2019 no es una casualidad, por el contrario, genera alerta después de la alta cifra de amenazas que se registró el año anterior, lo que podría indicar que estas se están concretando a través del asesinato”.

Los más atacados

De los 187 líderes, los más atacados en los primeros meses fueron los líderes indígenas, con 59 casos. Esto supone un porcentaje muy alto de vulnerabilidad de las comunidades.

Le siguen los defensores de derechos humanos con 27 y líderes comunales con 21. La comunidad LGBTI registró 4 agresiones y los líderes afrodescendientes 6.

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