El vigilante no recibió dinero ni alimento por parte de los dueños de la bodega en Bogotá. Ni siquiera pudo atenderse una lesión sufrida en el trabajo.
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Este sábado se conoció el vergonzoso caso de Hélber Bolívar, un hombre que quedó encerrado en una bodega en Bogotá. Durante casi dos meses, Bolívar no pudo salir de la bodega y no recibió un peso para su alimentación. Tampoco pudo salir de la bodega, ni siquiera, para atenderse una lesión que sufrió en su cráneo en medio del trabajo.
El vigilante narró a Blu Radio las difíciles condiciones laborales que tuvo que aguantar durante más de 50 días. Ninguno de los dueños de la bodega le dio comida o dinero para mantenerse durante el tiempo que debía permanecer como vigilante. Aunque la bodega estaba llena de alimentos, estos estarían monitoreados por cámaras de seguridad para evitar robos.
Para colmo, tampoco le pagaban a tiempo: cuando se conoció la denuncia, los dueños de la bodega en Bogotá le entregaron 900.000 pesos, entre los que estaban $400.000 de sueldos atrasados. Además, sufrió un golpe en la cabeza tras tropezar al abrir el portón, pero tampoco le dieron asistencia médica.
«Tuve un accidente ahí y yo mismo me hice las curaciones. Mi esposa me dijo que me echara café que eso me frenaba la sangre. Las cámaras de seguridad están ahí. Por ir a abrir el portón, me tropecé y me di contra la pared. Con un tubo me romí la cabeza”, dijo.
Su alimento tenía que ser entregado por una hija que se lo pasaba a través de una pequeña ventana. Cuando se lo entregaban, inmediatamente los dueños llamaban a Bolívar para preguntar por qué había alguien ahí. «Yo nunca pedí ni exigí nada porque yo nunca pedí nada”, indicó.
A pesar de esto, los dueños de la bodega ubicada en el barrio Gaitán, al norte de Bogotá, se enfrentarían a graves sanciones.
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