El pasado 13 de noviembre de 2019, en sus redes sociales, la vicepresidenta Marta Lucía Ramírez aseguró que el Gobierno respetaba la convocatoria de paro nacional, pero que no podía ser llamado con “mentiras” sobre “supuestas” reformas laborales y pensionales.
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Así, sectores prooficialistas, iniciaron una campaña para asegurar que los promotores del paro decían mentiras sobre las reformas. Sin embargo, la entrevista que concedió la ministra de Trabajo, Alicia Arango, en donde mencionaba que sí vienen las dichosas reformas, ha reavivado la intención de salir a las calles. ¿Hay posibilidad de que la nueva ofensiva legislativa reaviva un paro que parecía morir?
El paro que languideció
El paro que se convocó para el 21 de noviembre y que sin duda fue la noticia más grande del segundo semestre de 2019, empezó a languidecer
con el paso del tiempo. Las vacaciones de diciembre y las dilataciones en hacer propuestas concisas, empezaron a menguar los ánimos de quienes asistían con fervor a las manifestaciones ciudadanas, que se han ido acallando.
Previo a las declaraciones de Arango, el Comité Nacional del Paro convocó su gran manifestación para el 25 de marzo, lo que evocó críticas de varios sectores que relataron que las movilizaciones habían perdido el foco y que convocar una marcha cada tres meses no tendría efectividad.
Entre esos, el senador Gustavo Petro, que ha tenido claras discordancias con el comité convocante y que señaló lo que consideraba la importancia de llamar de inmediato a movilizaciones, pero ante los problemas con el Movimiento Obrero Independiente y Revolucionario
(Moir), la disputa se hizo política.
El paro, que no contó con la participación de importantes sectores como el de camioneros o taxistas, perdió la fuerza y en medio de sus manifestaciones esporádicas, Duque logró aprobar la reforma tributaria, a pesar de que derogar el proyecto legislativo era una de las peticiones
del Comité.
Ahora, con las declaraciones de Arango, varios han sido los sectores que piden movilizaciones inmediatas, que no se darán sino hasta el 21 de febrero, seguidas por muestras culturales, pero lejanas.
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El palo en la rueda para el paro
“No me sé un nombre de los dirigentes del comité del paro. Analizando, ¿es sospechoso que hayan convocado paro nacional hasta el 25 de
marzo, días antes de Semana Santa?, ¿están enfriando las marchas que estaban cambiando el país? ¿Por qué?”, preguntó el senador del Partido de la U, Armando Benedetti en su cuenta de Twitter. En las respuestas, ciudadanos exponían fotos de pancartascon el mensaje: “El paro estáen peligro de Moir”, haciendo alusión al grupo político que dirige parte de las movilizaciones.
Las críticas contra el comité nacional se han acrecentado y muestran división entre quienes marchan, pues políticos como Petro reclaman manifestaciones próximas, y del comité le rechazan asegurando que sus intenciones son las de capitalizar las manifestaciones electoralmente y que no puede dirigir el paro.
Ante esto, los seguidores de la Colombia Humana, señalan que lo político ya estáen marcha, pues Jorge Enrique Robledo, senador del Polo y dirigente del Moir, ya anunció su candidatura presidencial de cara a 2022.
La oportunidad de revivir el paro o que muera definitivamente
Respondiendo a ciudadanos que preguntan por qué el paro no se convoca para ya, de la Central Unitaria de Trabajadores (CUT), responden que la razón es aglomerar más gente y contar con mayor afluencia para esa fecha.
Así lo expresó Fabio Arias de la CUT, en respuesta a Benedetti: “Lo que se está pensando es realizar un paro de mayor alcance y contundencia para el 25 de marzo. La reforma laboral y pensional que anuncia el Gobierno debe impactar también al Congreso para que se hunda”.
Y el rifirrafe se evidencia con los mensajes de Petro, que distan de esta postura: “Les solicito respetuosamente a los comités nacionales del paro adelantar la movilización nacional para el 24 de febrero. Si la movilización social se suspende, los cinco poderosos económicamente del país vendrán por todo. La movilización social no puede ser suspendida, al contrario, debe crecer y ser permanente”.
Este mensaje se ha replicado entre varios, que sin manifestar una tendencia política, o adhesión a los líderes del paro, piden que se adelanten las manifestaciones con el finde presionar al gobierno de Duque y volver a sembrar la posibilidad de negociación, que se ha hecho remota con
el pasar de los días.
Ahora, las opciones se reducen a que, o la indignación generalizada por las palabras de Arango y las reformas que afectarían a ciudadanos de todos los sectores políticos vuelvan a encender los motores de los manifestantes, o que las pugnas políticas y la apropiación del paro, se conviertan en el palo en la rueda, que terminé por frenar definitivamente un paro que se desdibujó y que muchos reclaman volver a poner en
marcha.