El líder espiritual de un templo religioso en el oriente de Cali fue capturado en una operación policial junto a otros 10 integrantes de una peligrosa estructura delincuencial conocida como ‘La doble A’.
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Según las investigaciones, este hombre aprovechaba su condición de pastor para desarrollar sus acciones ilícitas: por ejemplo, tenía una biblia adaptada para camuflar armas de fuego y evitar sospechas de las autoridades.
La estructura delictiva a la que pertenecía se dedicaba al homicidio y al tráfico de estupefacientes en las comunas 13 y 14 de la capital vallecaucana desde hace más de ocho años.
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«Es posible indicar la presunta relación de este grupo en no menos de 12 homicidios en la ciudad, entre los que se destaca la muerte de un taxista a mediados del 2017, en el barrio Omar Torrijos de la comuna 13, al igual que el ataque a varios menores de edad quienes luego de presentar sus pruebas ICFES fueron abordados y agredidos a disparos por encontrarse en zona de ‘fronteras invisibles’», dijo la Policía en un comunicado.
Como parte del microtráfico, ‘La doble A’ distribuía drogas en entornos escolares y parques del oriente de la ciudad. Por el control de cinco puntos de distribución de estupefacientes y entregas a domicilio obtenían entre 60 y 80 millones de pesos mensuales.
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«De igual manera, generaban recursos adicionales del denominado ‘gota a gota’, para lo cual realizaban préstamos a personas de sus zonas de influencia, obteniendo ganancias como consecuencia de los altos intereses que rodean el 20% del valor entregado», añadió el comunicado de la Policía.
Las capturas de los 11 integrantes se lograron luego de 15 allanamientos en Cali y en Jamundí. Entre los detenidos está alias ‘Crilin’, de 35 años, quien era el líder de la banda y que hace nueve años había pagado una pena por el delito de homicidio agravado tentado y porte ilegal de armas.
El resto de miembros de la estructura delictiva tienen entre 25 y 35 años, y suman 35 antecedentes judiciales por homicidio; fabricación, tráfico y porte de armas de fuego; secuestro simple; hurto calificado y agravado; amenazas a testigos; tráfico, fabricación o porte de estupefacientes, y tentativa de homicidios.
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