Se teme que un nuevo coronavirus en China, que se cree que se originó en un mercado de mariscos de Wuhan, pueda propagarse por todo el mundo. Causa neumonía y se ha informado que aquellos que han enfermado sufren tos, dificultades respiratorias y fiebre, mientras que la recuperación depende de la fortaleza del sistema inmunológico.
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Anthony Fehr, profesor adjunto del departamento de biociencias moleculares de la Universidad de Kansas, Estados Unidos, está trabajando en el desarrollo de terapias dirigidas a una parte del virus que es similar entre todos los coronavirus. Estos tipos de terapias podrían aplicarse en brotes como el de Wuhan. Metro habló con Fehr para saber más.
¿De qué se trata su investigación?
– Mi investigación de laboratorio se centra en los mecanismos que los coronavirus utilizan para causar enfermedades. Una gran parte de mi laboratorio está trabajando para entender cómo el virus está interactuando con su huésped. Además, estamos trabajando para identificar los compuestos que se dirigen a productos específicos que son fabricados con todos los coronavirus. En teoría, estos compuestos podrían dirigirse a cualquier nuevo coronavirus que surja y cause enfermedad en humanos o animales.
¿Qué es lo que más le preocupa de este nuevo coronavirus?
– Creo que la principal área de preocupación es identificar la fuente del virus. Eliminar la fuente puede ayudarnos a evitar que se produzcan nuevos casos de transmisión zoonótica (entre animales y humanos –Ed.). Hay muchas preguntas adicionales que deben ser respondidas, tales como: ¿podría haber múltiples animales salvajes que sirvan como fuente y cuán extendida está la fuente que porta el virus dentro de China? También nos preocupa la posibilidad de que el virus evolucione rápidamente de manera que pueda transmitirse más fácilmente de un ser humano a otro.
¿Estamos cerca de un brote similar al SARS (Síndrome Respiratorio Agudo Grave) o al MERS (Síndrome Respiratorio de Oriente Medio)?
– En términos de número de casos, todavía estamos muy lejos del brote de SARS-CoV. Sin embargo, no descartaría la posibilidad de que terminemos viendo números similares o incluso mayores de individuos infectados. Creo que el brote, tal como está ahora, refleja más fielmente el MERS-CoV en términos de número de casos y propagación inicial. Sin embargo, la tasa de mortalidad, en este momento, es menor que la del SARS o la del MERS. Todavía no está claro cuán extendido e impactante será este brote.
¿Qué deberíamos hacer ante el virus?
– No debemos reaccionar de forma exagerada, sino tomar las precauciones necesarias para intentar detener el brote. Gran parte del impacto del SARS-CoV fue el efecto que tuvo en la economía china. Se estima que ese brote le costó a la economía china entre 20.000 y 50.000 millones de dólares en pérdidas de actividad económica, aunque sólo provocó 800 muertes, mucho menos que el número de personas que mueren de gripe cada año.
¿Cómo evaluaría la reacción de la comunidad internacional?
– Creo que la comunidad internacional ha hecho un trabajo respetable al reaccionar ante este virus. Los chinos liberaron la secuencia del virus con relativa rapidez, lo que era imperativo para diseñar ensayos de diagnóstico para seguir el virus. Hasta ahora también han hecho un buen trabajo al no reaccionar de forma exagerada. Creo que es más probable que contraigas la gripe si viajas a China en lugar de contraer este virus, especialmente si aún no te has vacunado.