El frustrado atentado contra el líder del partido Farc, Rodrigo Londoño, conocido como Timochenko, ilustra los riesgos que corre el proceso de paz colombiano a causa de la persistencia de la violencia, advirtió este lunes la ONU.
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Para la organización, que supervisa la implementación de los acuerdos entre el Gobierno y las Farc para poner fin a décadas de conflicto, los repetidos ataques contra excombatientes y líderes sociales siguen siendo la principal amenaza para la consolidación de la paz.
«El anuncio hecho por las autoridades de que habían frustrado un plan contra la vida del presidente de las Farc, Rodrigo Londoño, alias Timochenko, puso de manifiesto los riesgos que corren los exmiembros de las Farc y el propio proceso de paz, y lo crucialmente importante que es garantizar su seguridad», dijo el enviado de Naciones Unidas para Colombia, Carlos Ruiz Massieu.
El diplomático presentó ante el Consejo de Seguridad el último informe de la ONU sobre la situación en el país latinoamericano un día después de que la Policía colombiana informase de que había abatido a dos disidentes de la antigua guerrilla que iban a atentar contra Timochenko.
Según las autoridades, ambos habían recibido instrucciones directas de Luciano Marín, alias «Iván Márquez», y de Hernán Darío Velásquez, alias «El Paisa», dos de los exjefes guerrilleros que el pasado agosto anunciaron la vuelta a las armas.
COMPROMISO DEL GOBIERNO
Para la canciller colombiana, Claudia Blum, el haber impedido el ataque es prueba del «compromiso serio» que tiene en este ámbito el presidente Iván Duque.
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«Yo creo que el haber frustrado el atentado contra Timochenko (…) es una muestra de cómo el Gobierno está enfrentando este tipo de ataques», aseguró Blum en declaraciones a los periodistas en la sede de Naciones Unidas.
La responsable colombiana de Exteriores admitió que el asunto de la seguridad es uno en el que «hay que mejorar», pero recalcó que el Ejecutivo está haciendo todo lo posible y que el trabajo de la Justicia está dando resultados.
En su primera intervención ante el Consejo de Seguridad desde que asumió el cargo, Blum recordó que Colombia sigue padeciendo «las consecuencias de las economías criminales, en particular el narcotráfico y la minería ilegal, que han sido históricamente combustible de la violencia».
«El Gobierno otorga prioridad a este tema, y trabaja con decisión para enfrentar estas amenazas, que afectan a excombatientes, líderes sociales, poblaciones étnicas, defensores de derechos humanos y a las comunidades vulnerables en general», insistió.