El alcalde Enrique Peñalosa aseguró que el progreso de la ciudad se da gracias a los aportes de impuestos que hacen los bogotanos. Peñalosa le pide a Claudia López subir 100 pesos la tarifa de TransMilenio.
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Por ello alertó al nuevo gobierno distrital sobre la importancia y responsabilidad de ajustar las tarifas de TransMilenio.
Con el ajuste de la tarifa se puede cubrir el aumento de los costos y financiar el sistema, y así evitar sacar recursos de otros sectores como salud, educación o seguridad para cubrir un futuro desfinanciamiento que puede generarse si se congela la tarifa, explicó Peñalosa a través de un comunicado.
«Las sociedades progresan con recursos, con impuestos, con tarifas, y no hablando paja. Los impuestos se pagan mayoritariamente en sectores de mayores ingresos y se invierten en sectores populares. En el caso de las tarifas de transporte hay que hacer ajustes periódicos porque los costos suben. En el caso del sistema de transporte el costo en gran medida es un costo importado al ser buses importados, motores importados», dijo Peñalosa.
El mandatario señaló que a medida que aumentan costos es necesario hacer ajustes en la tarifa y que al dejar de hacerlo seguramente se afectarán obras sociales que se requieren en Bogotá.
Peñalosa le pide a Claudia López subir 100 pesos la tarifa de TransMilenio.
«Yo espero que la próxima administración haga eso de manera responsable, no de manera populista y demagógica congelando tarifas y generando problemas financieros muy grandes, que obligan a que se destinen recursos de impuestos que deberían ir a colegios, jardines y demás», enfatizó.
Asimismo, recordó que en la medida en que se genera mayor devaluación por el aumento del costo del dólar hay que hacer ajustes en las tarifas.
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«Acá no hay magia. O se paga con tarifas o más impuestos o hay que hacer menos gasto en seguridad, en educación o salud. Habrá que hacer un reajuste de 100 pesos y ojalá que nuestros gobernantes tengan el carácter y la responsabilidad”, explicó.
Finalmente, el alcalde advirtió que para lograr el progreso de la ciudad se requiere tomar decisiones con firmeza, aunque sean poco populares y no tan bien recibidas entre los ciudadanos. «Esto no debe ser un concurso de simpáticos. Vamos a ver si vamos a tener gobernantes que quieren sacar la ciudad adelante y hacer obras como esta del centro felicidad o si lo que quieren es ganarse el concurso de la reina de la simpatía».
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