El Capitolio, el Palacio Liévano y el monumento a Simón Bolívar en la Plaza de Bolívar tenían vallas de protección y polisombras.
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Era el dia de la manifestación más nutrida en Bogotá, probablemente, desde las marchas contra las Farc del 4 de febrero de 2008. La lluvia no había dispersado a más de 100.000 manifestantes que llegaron de toda Bogotá a la Plaza de Bolívar.
Aún así, las acciones de un grupo de personas ha provocado una difícil situación. Aunque más de 40.000 personas estaban en la plaza, un grupo de unos 20 encapuchados empezó los problemas.
Primero, lograron derribar las vallas de protección que protegían la estatua a Simón Bolívar. Luego retiraron las polisombras que protegían la fachada del Palacio Liévano. Se alcanzó a pensar que habría un momento muy importante de tranquilidad, pues cientos de manifestantes rodearon a la Policía para tranquilizar la situación.
Pero el Esmad entró repentinamente a la Plaza de Bolívar con gases lacrimógenos y bombas aturdidoras. Los encapuchados atacaron al Esmad, incluso, tomando las vallas de protección del Capitolio.
Se reportan disturbios en la Plaza de Bolívar, agentes del Escuadrón Móvil Antidisturbios intentan controlar la situación #AsiVaElParo #Paro21Noviembre pic.twitter.com/WF3yvOHY3K
— Agencia de Periodismo Investigativo (@Agencia_API) November 21, 2019
Así, incluso, llegaron a ingresar a la plaza dentro del Capitolio, sede del Congreso de la República. Agentes del Esmad, acorralados en las puertas del Congreso, despejaron a través de una nube de gases el espacio. Esto ha hecho que la Plaza quedara sin manifestantes.