El presidente de Colombia, Iván Duque, anunció este miércoles el envío de 2.500 soldados al convulso departamento de Cauca (suroeste) para contrarrestar la grave situación de seguridad en esa zona del país suramericano, donde ayer fueron asesinados cinco indígenas.
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«La Fuerza de Despliegue Rápido (Fudra) número 4 va a traer 2.500 efectivos más de la fuerza pública para cumplir tres propósitos: control territorial, cerrar las rutas del narcotráfico empleadas por estas organizaciones y desmantelar esas organizaciones», dijo tras finalizar un consejo de seguridad en Santander de Quilichao (Cauca).
El mandatario afirmó que el Estado se encuentra «unido para rechazar esos hechos execrables» que se cobraron la vida de cinco líderes indígenas y dejaron heridos a otros seis nativos.
El ataque fue perpetrado anoche por presuntas disidencias de las FARC en la comunidad de Tacueyó, produciendo la muerte de la autoridad neehwe’sx Cristina Bautista, así como los guardias indígenas Asdruval Cayapu, Eliodoro Inscué, José Gerardo Soto y James Wilfredo Soto, oriundos de varias aldeas del Cauca.
Debido a los homicidios, Duque viajó al municipio de Santander de Quilichao acompañado de la ministra del Interior, Nancy Patricia Gutiérrez, y la cúpula militar.
Tras la reunión, el jefe de Estado detalló que en máximo 40 días la Fudra 4 debe iniciar las operaciones en ese departamento, fuertemente azotado por el recrudecimiento de la violencia, impulsada por el narcotráfico.
«Claramente, los asesinos y los responsables de este crimen son estructuras del narcotráfico, disidentes, que lo que han querido es mantener el negocio del narcotráfico y buscar con las armas acallar las expresiones de las comunidades y amedrentar a las comunidades indígenas», subrayó.
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Los homicidios provocaron el rechazo de la Organización Nacional Indígena de Colombia (ONIC), que pidió este miércoles una visita de la Comisión Interamericana de Derechos Humanos (CIDH) al Cauca por lo que consideraron «genocidio» en su contra.
«Estamos solicitándole a la CIDH realizar una visita extraordinaria con el fin de acompañar esta grave situación y de realizar una visita de verificación en terreno, como la visita de la relatora especial sobre pueblos indígenas de la ONU, Victoria Tauli-Corpuz», afirmó el consejero mayor de la ONIC, Luis Fernando Arias, en una rueda de prensa en Bogotá.
De igual forma, la organización exigió a las autoridades colombianas adoptar «las medidas necesarias» para superar la emergencia y afirmó que esa masacre, «como las otras, fueron premeditadas».