El Gobierno volvió a radicar en la Cámara de Representantes la reforma tributaria, conocida como Ley de Financiamiento, una semana después de que la aprobada fuera tumbada por la Corte Constitucional por no tener el debido trámite en el Congreso.
PUBLICIDAD
«Este proyecto, radicado con mensaje de urgencia, trae las mismas medidas que venían incluidas en la Ley de Financiamiento declarada inexequible por vicios en su trámite hace una semana», explicó el Ministerio de Hacienda en un comunicado.
El «mensaje de urgencia» implica que el proyecto sea discutido por encima de otras iniciativas y se logre su aprobación de forma más rápida.
El Congreso aprobó, en diciembre pasado, una Ley de Financiamiento con la que el Gobierno buscaba recaudar 7,5 billones de pesos (unos 2.186 millones de dólares de hoy) para cerrar el presupuesto de este año, que asciende a 258,9 billones de pesos (unos 75.214 millones de dólares).
La semana pasada, una vez se conoció el fallo adverso de la Corte Constitucional, el presidente colombiano, Iván Duque, dio la instrucción de presentar a la mayor brevedad el proyecto de ley que ratifica las normas contenidas en dicha Ley de Financiamiento.
Este régimen ha tenido importante impacto durante este año para el crecimiento económico, la inversión, el fortalecimiento de las finanzas públicas, la creación de empresa y la progresividad y efectividad del sistema tributario, agregó la información.
El ministro de Hacienda, Alberto Carrasquilla, dijo a periodistas después de presentar la iniciativa en la Secretaria de la Cámara de Representantes que esperaba «con mucho entusiasmo que se inicien los debates para que rápidamente podamos tener una ley de tributación en línea con lo que se aprobó el año pasado».
PUBLICIDAD
Al referirse a las otras 22 demandas que tuvo la Ley de Financiamiento en la Corte, Carrasquilla dijo estar tranquilo porque los problemas de forma se están corrigiendo y en lo referente al fondo «confía en su solidez».
Recordó que el nuevo proyecto de ley es básicamente el mismo que tumbó la Corte y que por lo tanto va encaminado a bajar las tasas de tributación empresarial, entre otros aspectos.
El Gobierno argumenta que la Ley de Financiamiento es uno de los pilares para que la economía del país crezca por encima del 3 % en 2020.
El Gobierno argumenta que sin la reforma tributaria se vería obligado a tomar otras medidas que generarían un «impacto irreparable» sobre la confianza de los inversores, ya que la citada ley estipulaba reducciones de impuestos a las empresas para estimular la inversión y la generación de empleo.