«Las personas que violen la ley definitivamente deberán ser detenidas», advirtió el presidente Lenín Moreno. Fuertes protestas en Ecuador por alza en el precio del combustible.
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El presidente ecuatoriano Lenín Moreno decretó estado de excepción en todo el territorio nacional, para que la ciudadanía se movilice en contra del alza del precio del combustible, y la inconformidad de algunos sectores del transporte público.
Durante las protestas, hubo algunos enfrentamientos con la policía que terminaron con varias personas capturadas y algunas detenidas.
El estado de excepción, que rige por 60 días, implica que se restringen algunas libertades y se permite a las autoridades tomar bienes públicos o privados para restablecer la normalidad de las actividades sociales, además de dotar de custodia adicional a las áreas estratégicas como refinerías, aeropuertos y plantas de generación.
Moreno señaló ante la prensa local que «las personas que violen la ley definitivamente deberán ser detenidas», y agregó que «hemos agotado el mecanismo de diálogo» con los transportistas.
«Venimos dialogando desde hace muchísimo tiempo, la escasa seriedad nos hace presumir que a lo mejor la intención es como se evidencia, desestabilizar al Gobierno democráticamente y legalmente constituido», añadió.
Por su parte, Carlos Brunis, presidente del gremio de taxistas, dijo tras la declaración que ratifican las protestas por tiempo indefinido y el rechazo a la eliminación de los subsidios a los combustibles porque “atenta contra todo el pueblo ecuatoriano”.
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Las protestas se cumplieron en avenidas y calles de las principales ciudades del país, donde los taxistas bloquearon importantes vías con sus vehículos, llantas quemadas y bloques de madera.
También agredieron con piedras y palos a otros transportadores que no acataron el paro, así como a policías que buscaban despejar las calles.
Las protestas también impidieron que tripulantes y pasajeros llegaran al aeropuerto Mariscal Sucre, al este de la capital, donde varios vuelos tuvieron que ser cancelados.
Hacia el mediodía, cientos de estudiantes universitarios protagonizaron una marcha que intentó llegar al palacio de gobierno, pero unas calles antes fueron bloqueados por escuadrones policiales y carros antimotines, a los cuales les lanzaron piedras mientras la policía respondía con gas pimienta.
Algunas personas en medio de las protestas aprovecharon para cometer robos a locales comerciales. Además, algunas personas atacaron vehículos particulares sin ningún motivo, especialmente en barriadas marginales de la ciudad portuaria de Guayaquil.
Periodistas de varios medios fueron atacados por los manifestantes y por la policía.
El mandatario ecuatoriano dijo que con el estado de excepción se busca “afrontar un momento especial por los focos de violencia que se han creado por grupos consabidos que pretenden hacer daño y desestabilizar al gobierno constituido”.
Rara vez el gobierno ecuatoriano decreta estado de excepción. La última vez se decretó a mediados de año cuando riñas y protestas en las cárceles ocasionó la muerte de varios presos.
Frente a la escasez de transporte público, los ciudadanos se tuvieron que transportar en carros particulares para poder llegar a sus casas.
La situación se repitió con más o menos intensidad en ciudades como Guayaquil, Ibarra, Cuenca y Ambato, entre otras.
La razón del alza en el precio del combustible y la eliminación de los subsidios:
Con el objetivo de equilibrar las cuentas fiscales, Moreno decidió esta semana eliminar los subsidios que significaban un gasto de 1.300 millones de dólares anuales, por lo que la gasolina de mayor uso en el país pasó de 1,85 dólares a 2,30 dólares el galón, mientras que el diésel subió de 1,03 a 2,27 dólares el galón.
Moreno ratificó que las medidas “están en firme, no existe posibilidad de cambiarlas, especialmente las relacionadas con un subsidio perverso que hacía demasiado daño al país”.
El ministro de Defensa, Oswaldo Jarrín, uno de los encargados de hacer cumplir el estado de excepción, aclaró que su propósito “es preservar, proteger todas las actividades sociales, económicas y productivas, las áreas estratégicas”.
Sobre las manifestaciones señaló que «hasta el momento tenemos 21 policías heridos, hay 277 detenidos que han cometido actos de vandalismo, que han atentado contra la propiedad».
En tanto, la ministra de Gobierno, María Paula Romo, aclaró que “lo que impide a las ciudadanos trabajar, producir, es precisamente que unas pocas personas obstruyan las calles… el estado de excepción está dado para controlar eso y garantizar que todos los ciudadanos puedan movilizarse, trabajar”.
Moreno, que asumió en mayo de 2017 y debe gobernar hasta 2021, anunció además un paquete de reformas tributarias que crea nuevas contribuciones para grandes empresas y elimina o reduce otros impuestos.
También habrán reformas laborales como contratos de empleo para quienes emprendan un negocio, o contratos a plazo para estimular la economía nacional.
El mandatario argumentó que estas reformas son necesarias para enfrentar la complicada situación económica, afectada por un alto endeudamiento público de unos 64.000 millones de dólares y un sostenido déficit fiscal de 10.000 millones de dólares anuales.
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