Camuflándose como universitarios, distribuían coca, marihuana y medicamentos para enfermedades psiquiátricas

El grupo investigativo creado por la Fiscalía General de la Nación puso al descubierto un engranaje criminal que representaba un peligro para los estudiantes que frecuentaban un reconocido sector en el norte de Bogotá.

Tras jornadas de sensibilización realizadas con los rectores de algunas instituciones académicas de la localidad de Chapinero, investigadores referenciaron un polígono ubicado en el barrio Antiguo Country y el sector El Lago, donde confluyen varias universidades e instituciones técnicas y de educación superior.

De acuerdo con la información oficial, en las indagaciones se constató la existencia de un mercado ilícito de cocaína, marihuana, medicamentos para tratar enfermedades psiquiátricas y del sistema nervioso, además de gran variedad de sustancias ofrecidas como drogas sintéticas.

Camuflándose como universitarios, distribuían cocaína, marihuana y medicamentos para enfermedades psiquiátricas

Agentes encubiertos se infiltraron en la vida estudiantil de esa zona de la ciudad.  De esta manera, lograron establecer que desde la esquina de la carrera 16A con calle 75, frente a dos establecimientos comerciales, una red delincuencial coordinaba toda la actividad de venta de estupefacientes y dispersaba a los expendedores hacia otros puntos de la localidad. Los delincuentes posaban como universitarios.

En una acción coordinada de la Fiscalía General de la Nación, a través de su policía judicial CTI, con la Dirección de Servicios Especiales de la Policía Nacional y la Policía de Bogotá,  se realizaron las capturas de los siete presuntos integrantes de la red de narcomenudeo en los entornos educativos de la localidad de Chapinero.

Según la Fiscalía, en cinco diligencias de registro y allanamiento realizadas en las localidades de Suba, Usaquén y Chapinero, fueron incautadas 186 dosis de cocaína, 621 de marihuana, además de frascos de popper, pastillas de éxtasis, una prensa artesanal, dos grameras, seis teléfonos celulares y 916 mil pesos en efectivo.

Los dos establecimientos que habrían actuado permisivamente y permitieron que la estructura criminal vendiera drogas, fueron objeto de medidas administrativas de sellamiento.