Por su parte, la policía confirmó que Sun ya no mostraba signos vitales cuando acudieron y que su computadora y las cámaras aún seguían encendidas transmitiendo en vivo mientras todavía se encontraban los insectos venenosos en el escritorio.
El bloguero había inaugurado recientemente un nuevo juego según el cual se comía un insecto o bebía un licor destilado, dependiendo de dónde se detuviera un elemento giratorio que impulsaba para elegir al azar su desafío siguiente.
Para difundir sus eventos acudía a su cuenta de transmisión en vivo DouYu, que es una de las plataformas líderes en China para ese tipo de programas.
El archivo de videos de la víctima se eliminó. La policía todavía está tratando de averiguar qué fue lo que mató a Sun.