La sostenibilidad se ha convertido en motivo de preocupación para todos los gobiernos del planeta, hoy en día, la producción de carbono y la huella que dejamos los humanos en la naturaleza preocupa porque poco a poco estamos agotando los recursos naturales. Expertos como Suzi Amis y James Cameron nos invitan a cambiar nuestros hábitos de conducta a través de su programa OMD. Este mes Suzi Amis presenta en español su libro OMD (One Meal a Day), un documento donde se señala que los alimentos producidos de material animal son tóxicos para el ser humano. La alimentación ocupa un lugar prioritario, mucho más teniendo en cuenta el aumento de la población mundial, en esta cruzada personal de Suzi. Para crear alternativas a la agricultura, los Cameron han construido el movimiento OMD que el 1 de septiembre lanzará sus primeros alimentos basados por completo en plantas. La producción agrícola crecerá un 15% en los próximos años y se localizará sobre todo en países en desarrollo y emergentes. En su libro OMD, Suzy nos guía hacia la alimentación basada en plantas porque no hay nada mejor que cuidar la salud y el planeta. La nutrición según OMD inspira a un nuevo estilo de vida fácil de seguir y delicioso. Una transformación total para el planeta y la salud. En Los Ángeles, tuvimos oportunidad de conversar en exclusiva con Suzi Amis.
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P: Enhorabuena por su libro OMD ¿Qué quiere decir OMD?
R: (One Meal a Day) Una comida al día basada por completo en plantas, sin ningún producto de origen animal. Fue el director del colegio que he creado, Muse, quien nos sugirió la idea que rápidamente implementamos y que ahora lanzo en todo el mundo con mi libro y mi compañía de alimentos. Es un movimiento a favor del medio ambiente porque la agricultura es la segunda fuente de gases invernadero del planeta.
P: ¿Cuándo decidió empezar su cruzada en favor del medio ambiente y escribir este libro?
R: Jim y yo vimos un documental titulado Forks over Knives, que está en español en Netflix por si el publico quiere verlo. Un filme sobre las consecuencias en nuestra salud de comer productos animales. Desde el cáncer, hasta la diabetes, los problemas cardiovasculares… las consecuencias son terribles. Los productos lácteos, el pescado, la carne, los huevos, todo es tóxico… Me dejó helada descubrirlo porque siempre he estado muy interesada en mi salud y en alimentarme de forma saludable. Desde mis años de modelo y actriz me interesaba conocer las consecuencias de la alimentación, luego fui madre y ese era un tema que me preocupaba. Creo que estamos muy confundidos con las noticias que recibimos porque nos bombardean con ideas erróneas. Hay mil dietas; Atkins, Paleo y nos dejamos llevar por la moda. Yo vi el documental primero y después se lo mostré a Jim al día siguiente, cuando terminamos, fuimos a la cocina y me dijo: “deberíamos tirar todos los productos de origen animal y no volver a comprarlos”. Fue inmediato. Los dos dimos el paso en ese momento. Yo había estado relacionándome con grupos ecologistas, igual que Jim. Pero fue él quien empezó a educarme y darme libros sobre el efecto de la agricultura animal en el medio ambiente. Mi primera iniciativa fue por salud, pero la segunda llegó para contribuir a la mejora del medio ambiente. Decidimos investigar y contactamos con la Universidad de Oxford para averiguar la huella humana de carbón en el planeta. Descubrimos que la agricultura animal es la segunda causa de emisión de gases, más incluso que el transporte. En ese momento nos comprometimos con esta causa.
P: ¿Se considera una experta?
R: Poco a poco he ido instruyéndome, leí el libro de T. Colin Campbell titulado Whole que habla de la madeja existente entre el Gobierno, la industria alimenticia y la industria farmacéutica. Es sorprendente. Durante años me he despertado sin muchas esperanzas sobre el futuro del mundo, pero hoy creo que, si todos contribuimos a rebajar la producción de alimentos animales, es posible dar la vuelta al cambio climático.
P: Sorprende su certeza, teniendo en cuenta la cantidad de científicos que se muestran pesimistas
R: Jim y yo caminábamos por la playa un día, dos o tres meses después de habernos convertido a la dieta basada en plantas, y Jim, que es un tipo pesimista por naturaleza, si ves sus películas; Terminator, The Abysm, Titanic o Avatar te das cuenta que para él está cercano el fin del mundo y nos espera solo muerte y destrucción. Como todo el mundo va a morir, jamás utiliza la palabra esperanza. Tiene una camiseta que dice: Hope is not a strategy (La esperanza no es estrategia). Y mientras caminábamos por la playa, me dijo: “por primera vez en mi vida tengo esperanza”. Casi me caigo al mar. Me advirtió con palabras positivas que cuanta más gente podamos inspirar y convertirse a nuestra causa de alimentarse con plantas, más podremos mover la aguja del cambio climático a favor del planeta. Fue en ese momento cuando decidí escribir el libro, crear contenido, producir documentales y hacer todo lo que estuviera en mi mano para inspirar a cuanta más gente pudiera para convencerles, utilizando la plataforma que poseo, de los beneficios de esta dieta. Mira, hoy en día mucha gente utiliza su plataforma para vender lápices labiales o contar cómo se pintan las uñas de los pies, yo lo hago en favor del medio ambiente. Jim es igual, queremos utilizar nuestra plataforma para dar buenas cosas al mundo.
P: Háblenos de la aventura de escribir el libro
R: Mi viaje con este libro ha sido espectacular. Al principio me asustó un poco, pero fue muy excitante poder trabajar con un equipo de médicos especializados. Todo el proceso fue una aventura. También estuve trabajando con un grupo de científicos expertos en cambio climático que me ayudaron a crear las recetas del libro porque están diseñadas para contribuir al medio ambiente. Mientras investigaba para el libro y me documentaba, simultáneamente, mi hermana y yo creamos una escuela medioambiental para niños desde los 2 años a los 18, que se llama Muse. Empezamos en otoño del 2006 y llevamos ya 14 años de éxito. En otoño del 2015 anunciamos que la escuela era cien por ciento basada en plantas convirtiéndose en la primera de Estados Unidos, y tal vez en el mundo. Sé que van a abrir una en Suecia y van a hacer un programa piloto en Alemania.
P: Están ayudando a educadores en otras partes del mundo con su programa
R: Sí. Tenemos a mucha gente preguntándonos por nuestro programa de enseñanza. Nosotros tenemos 250 alumnos de todas partes del país en dos campus, familias que han elegido nuestra educación para sus hijos porque ofrecemos una alimentación y un estilo de vida basado en las plantas. Tenemos incluso varias familias de Europa que han venido a Estados Unidos por nosotros. En octubre lanzamos News Global, una franquicia del colegio. Vamos a abrir 5 colegios en China a principios del 2020 y estaremos también en Singapur, India y UK. Vamos a crear escuelas medioambientales con un programa donde educaremos a los niños a cuidar del planeta. Es parte de mi programa en OMD, imagina mis escuelas como una franquicia de Montessori donde deben seguirse unos parámetros y un protocolo. Todas las escuelas serán basadas en plantas, comprometidas con el medio ambiente y con un sistema educativo que pone sobre la mesa el cambio climático
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P: Usted es autora, educadora, productora. Parece interesada en conseguir que las nuevas generaciones piensen de un modo distinto
R: Exactamente. Son muchos los beneficios de que crezca un niño con esta alimentación. Cuando empiezas a hablar con gente sobre convertirse a una alimentación basada en plantas, siempre hay recelo. A nadie le gusta que le digan lo que tiene o no tiene que hacer, o si deben hacer cambios en su dieta. Fue el director de mi colegio quien sugirió la idea que solo es necesario limitar el consumo animal a una comida al día para que tenga efecto el programa. Es muy fácil de conseguir. Escribiendo el libro, descubrí que era una idea razonable. Se trata de poner leche de almendra o de soja en la leche del cereal en lugar de leche de vaca, o un burrito de frijol en lugar de uno de pollo, o una salsa de tomate en la pasta en lugar de salsa de carne. Son pequeños cambios en el consumo que tienen un impacto enorme en el planeta. En un mundo perfecto, me encantaría que todo el mundo consumiera productos basados en plantas porque te hacen sentir mejor, son más saludables, aportan más energía y no te enfermas. Jim y yo no hemos tenido un catarro en 7 años. Me siento mucho mejor y estoy más en forma que cuando estaba en mis 20, puedo hacer ejercicio dos veces al día sin ningún dolor. Pero si no quieres convertir tu dieta por completo, con limitar el consumo de alimentos animales a dos comidas, es suficiente para ayudar al planeta.
P: Su movimiento OMD, no se limita al libro y a la educación escolar
R: Tengo una película que se va a estrenar en septiembre titulada Game Changers, un documental que estará en el cine un solo día; el 16 de septiembre en todo el mundo. En el filme mostramos a los atletas que se alimentan únicamente de una dieta basada en plantas. El hombre más fuerte del mundo es vegano. Culturistas, corredores, jugadores de baloncesto, hay un par de mujeres pero esta dedicado a los hombres que son quienes tienen que comer carne para ser más machos. Quiero recordar que el consumo de carne obstruye las arterias y sin un buen flujo de sangre no vas a tener gran sexo. Eso despierta la atención de los hombres y de las mujeres. Cuando hablas con urólogos descubres que la disfunción eréctil está directamente relacionada con las arterias y los problemas del corazón. Si un hombre de 40 tiene disfunción eréctil, es muy probable que tenga un ataque al corazón en 3 años. Todas estas cosas me han despertado interés por ayudar.
P: Su cambio de dieta y su apuesta por una alimentación vegana ¿Ha tenido un efecto domino en su vida?
R: Absolutamente. Cuando Jim y yo decidimos establecernos como veganos reestructuramos nuestras inversiones y nuestros negocios enfocándonos en el universo de la alimentación basada en plantas. Todo cambió. Tenemos una granja en Nueva Zelanda que cuando la compramos en el 2011 criábamos vacas de leche. En el 2012 cerramos la fabrica de leche y empezamos una operación de vegetales orgánicos. Nosotros cultivamos vegetales a gran escala. Proveemos a restaurantes, a supermercados y hemos abierto una tienda en Nueva Zelanda que es cien por ciento vegana. No puedes encontrar ningún producto animal. Sé que es la única tienda en Nueva Zelanda que es así. No hay tantas en el mundo. Empezamos una empresa en Canadá para sembrar legumbres y producir proteína, carbohidratos y fibra. Es un negocio integrado vertical. Tenemos nuestras propias semillas de cáñamo. Sabemos que como existe la demanda, necesitamos crear suministro. Las decisiones de negocio que hemos hecho, nos han dado la oportunidad de cuadruplicar la producción de alimentos basados en plantas. Tenemos 5 millones de acres en producción y nuestra intención es alimentar al mundo con nuestra compañía OMD. Jim y yo mantenemos el centro de alimentos y trabajamos directamente para crear productos OMD basados en nuestros ingredientes que en septiembre estarán ya en los supermercados.
P: ¿Es una empresa a gran escala?
R: Acabo de anunciar que los productos de OMD se lanzan el 1 de septiembre. Estamos creado snacks, mantequilla de lenteja, salsas, yogures, helado. 200 productos que irán apareciendo poco a poco en el mercado. Primero en Canadá, luego en Estados Unidos, después en Asia y tal vez pronto en Europa y América Latina porque ya tengo ofertas de suministradores de alimentos interesados en nuestros productos. Para mi, es importante llegar a los 3 países que más producen carne: China, Brasil e India. Cuanto antes lleguemos allí, mejor. Nosotros hemos creado un programa que da créditos en función del carbón que dejas de consumir y el Gobierno de Canadá nos está ayudando. Estamos también asociándonos con una compañía que clona arboles y los replanta alrededor del mundo. Las secuoyas de California no sobrevivirán el cambio climático, pero las están clonando y replantándolas en la Columbia Británica, más al norte.
P: ¿Este estilo de vida le ha afectado de alguna forma con aquellos amigos que no creen en una alimentación basada en plantas?
R: No, en realidad no. La gente debe enfrentar esta forma de vida desde su propia perspectiva. Lo que termina sucediendo es que la gente me permite que les cocine su única comida basada en plantas cuando vienen a casa y descubren que se sienten muy bien durante las horas siguientes. No caen en ese coma alimenticio que provocan los productos animales. Una sola comida vegetal puede conseguir que pierdas peso, que no ronques, que tengas energía, y porque cuanto más la aceptas mejor te sientes.
P: Las recetas que ofrece en el libro ¿son suyas?
R: Sí. Son mis recetas, de mi familia, de mis hijos y mis amigos. He tenido la oportunidad de trabajar con grandes chefs pero quería recetas reales para gente real que pudieran elaborar con facilidad en sus casas. Recetas para madres ocupadas necesitadas de hacer algo realmente rápido.
P: ¿Qué opina de que Estados Unidos no forme parte del Acuerdo de Paris?
R: Es una tragedia que no estemos implicados en el Acuerdo de Paris, pero, aun así, mantengo la esperanza porque los norteamericanos sí estamos implicados y estamos haciendo cosas. Comemos menos carne, tomamos menos leche, afortunadamente, o desafortunadamente, el mundo mira lo que Estados Unidos está haciendo. Norteamérica es reconocida por comer carne, un símbolo de riqueza. Nuestra salud se deterioró por ello, basta con que leas los índices de obesidad. Tenemos problemas enormes que hemos contagiado al resto del mundo porque nos han tomado como ejemplo. La dieta americana es un fraude. Tenemos la oportunidad de cambiarlo. Con la caída del 48 % del consumo de leche estamos demostrando nuestro deseo de cambiar. Sin embargo, lo que termina pasando es que el Gobierno compra 40 millones de dólares de los sobrantes de leche y queso, los deja en una factoría, hablan con los productores de alimentos y de pronto aparecen ofertas de pizzas con doble queso a precio barato por todas las ciudades.
P: Usted es madre de cinco hijos, era importante para usted crear este estilo de vida por ellos, ¿siguen ellos su ejemplo?
R: Sí. Además, están increíblemente interesados en la cadena de suministros. Ellos lo miran todo. Quieren saber de dónde viene la comida y los ingredientes de todos los productos que consumen
P: ¿Qué la motiva?
R: Mi familia. Eso es algo que no ha cambiado. Mi trabajo es por los niños. Nosotros nos iremos, pero los niños estarán aquí y les debemos un planeta como el que nosotros recibimos. Estoy comprometida con ellos. Voy a ser abuela en unos días y estoy emocionada y nerviosa por el futuro de este bebé. Me emociono si lo pienso. Los niños son el futuro y no importa donde voy en el mundo siento que tengo una responsabilidad. Puedo caminar por aeropuertos, o estar en ascensores y termino siempre recibiendo sus miradas pidiéndome que haga algo. Y lo estoy haciendo.
P: ¿Qué le dice su marido al verla cambiar el mundo?
R: Vamos baby. El está haciéndolo también desde su trabajo porque los mensajes de Avatar son importantes y necesarios. Hay piezas en nuestro negocio vertical integrado en el que los dos participamos, como en la granja fraccionada, que es algo que empezamos juntos hace 7 años. Pero el movimiento OMD es solo mío.