Desde hace algunos días en distintos puntos de Bogotá y otras ciudades las personas se encontraron la siguiente pregunta: ¿Colombia necesita más abogados? Avisos de prensa, eucoles, pasacalles, pendones y vallas gigantes tenían esa pregunta que generó gran expectativa, teniendo en cuenta por ejemplo que según datos de un portal especializado en cifras laborales, por cada vacante ofrecida en el país, más de 100 postulaciones se pueden hacer.
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Sin embargo, hay que tener en cuenta que hoy más que nunca se necesitan abogados diferentes, con visión para afrontar nuevos retos y sobre todo, que puedan inclinar la balanza a favor de la justicia.
Además se necesitan abogados conciliadores, que inclinen la balanza a favor de la paz y la reconciliación en medio del posconflicto que vive Colombia, donde se pregone la equidad y se busque la reparación de quienes por años sufrieron la violencia.
Así mismo, se requieren abogados líderes emprendedores que ayuden a otros con temas jurídicos para proteger sus bienes y donde la innovación y creatividad permitan crear una relación con sus clientes bajo el respeto y la inclusión, teniendo una visión futurista.
Es aquí donde el nuevo programa de la CUN en alianza con Unisabaneta permitirá formar abogados distintos. Profesionales encaminados a ser líderes empresariales, conciliadores y agentes de cambio para el país con un modelo pedagógico constructivista y un curriculum basado en la paz y el conflicto.
Donde se busque la investigación formativa a través de la materia prima que tiene el Proyecto integrador y donde se ejerza un desarrollo hacia las competencias en el ser, hacer y el saber hacer.
De esta manera se formará un jurista en capacidad de concebir, interpretar y aplicar el derecho a partir de las exigencias de un contexto multicultural y complejo, donde el análisis comparativo se dirija hacia la defensa del ser humano como dirección necesaria y obligada en la formación jurídica actual.
Todo esto en el marco jurídico actual que vive el país, más aún cuando se necesita inclinar la balanza hacia la equidad de los ciudadanos y obviamente, hacia la justicia de quienes han cometido delitos, ya sea por el conflicto armado de décadas que vivió el país que desencadenó en un proceso de paz con el gobierno nacional.