Un grupo formado por once legisladores colombianos abordaron en encuentros con congresistas de EE.UU. varios temas, incluido el problema de los cultivos ilícitos de coca, la forma de erradicarlos y la fuga del exlíder de las FARC Seuxis Paucias Hernández, alias «Jesús Santrich».
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Los legisladores, de visita en Washington, explicaron este miércoles a la prensa algunos de los asuntos que estuvieron sobre la mesa en sus reuniones con varios miembros del Congreso de EE.UU., incluida la senadora demócrata Dianne Feinstein, que copreside el grupo dedicado a la lucha antinarcóticos en el Senado.
«El tema de Santrich salió, no de manera insistente pero salió en las reuniones. Hay una preocupación en torno a si eso significa que la figura de la extradición no va a tener viabilidad, pero existe todo el compromiso de mantener la figura de la extradición como una figura fundamental de cooperación para la lucha contra el narcotráfico», explicó la senadora Paloma Valencia.
Valencia, del oficialista partido Centro Democrático (derecha), actuó como portavoz del grupo, compuesto por legisladores del Partido Conservador, del Partido Liberal, del Partido Cambio Radical, de Colombia Justa Libres, así como del Partido de la U.
Este martes, «Jesús Santrich», cuya extradición reclama EE.UU., dejó plantada a la Corte Suprema de Justicia que lo había citado a indagatoria en un proceso por narcotráfico, ausencia con la que dio la espalda al acuerdo de paz y que llevó al alto tribunal a ordenar su captura.
Por otro lado, durante su visita, los legisladores conversaron sobre el estado de los cultivos de la hoja de coca en Colombia, que bajaron en 2018 por primera vez en seis años, aunque el descenso fue solo de medio punto porcentual, según una estimación publicada en junio por la Casa Blanca.
Valencia aseguró que ese problema está siendo atendido «con contundencia» por el presidente de Colombia, Iván Duque.
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Para los legisladores, según Valencia, la solución es que EE.UU. garantice un sector de su mercado a la venta de productos agrícolas colombianos que hayan sido plantados para sustituir los cultivos de coca, de manera que su precio esté garantizado y los agricultores en Colombia puedan tener estabilidad económica.
«Mientras la droga sea un cultivo que dé un mayor rendimiento que cualquier otro producto agrícola, es muy difícil la estabilidad de las políticas», subrayó Valencia.
Los congresistas colombianos intentaron explicar a los estadounidenses que existe cierta frustración entre los campesinos colombianos porque, en el pasado, se les dijo que era una buena idea plantar por ejemplo palma de aceite para luego vender biodiésel en EE.UU., pero eso nunca llegó a suceder.
En el pasado, antes de que Bogotá y Washington firmaran un tratado de libre comercio, EE.UU. implementó la llamada ley de Preferencias Arancelarias Andinas y Erradicación de la Droga (ATPDEA), que permitía que estuvieran exentos de aranceles aquellos productos agrícolas que habían sustituido a cultivos ilícitos en naciones como Perú, Colombia y Ecuador.